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Entrevista a Emilio Lamo de Espinosa, decano de los Juzgados de Melilla

“Con un sistema pionero hemos logrado que los juicios de droga pasen de 6 meses a 15 días”

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El Decano de los Juzgados de Melilla, Emilio Lamo de Espinosa Vázquez de Sola, Magistrado-Juez titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de dicha ciudad, ha participado en la XXIV Reunión Nacional de Jueces Decanos, que ha tenido lugar en Valencia entre los días 1 y 3 de diciembre. A su regreso, ha concedido una entrevista a MELILLA HOY, en concreto a su Editor Enrique Bohórquez López-Dóriga y a su director Mustafa Hamed, y en ella ha desgranado los acuerdos alcanzados en la misma y sus objetivos para una ciudad como la nuestra, que cuenta con 15 jueces y dos sustitutos. El magistrado ha señalado que en la reunión de Valencia se ha subrayado que, en contra de lo que puedan opinar algunos, que en España hay pocos jueces en comparación con la media europea. "Estamos los segundos por la cola, sólo por encima de Estonia" ha admitido, al tener 21 jueces por cada 100.000 habitantes cuando en Europa hay 11 por cada 100.000.

Lamo de Espinosa ha reconocido que en nuestro país además "se denuncia todo" y "no hay filtro de entrada". "Tu vas a una Comisaría y pones una denuncia, y aunque no sepas quién es el autor, ni idea de dónde ha sido ni cómo, por ejemplo el típico robo del retrovisor del coche, y eso llega al juzgado, lo que exige que una persona lo registre, lo minute,…" ha lamentado.

Imposible elegir juez
Asimismo, ha explicado que los juzgados de Melilla tienen unas normas de reparto que, según su Decano, hacen imposible que una persona pueda elegir un juez para ser juzgado. "Lo que cuenta es la fecha en la que se produjeron los hechos, no cuando denuncias" ha señalado, para explicar la imposibilidad de elegir juez. "Con las querellas pasa lo mismo: tenemos un turno y las querellas se hacen por un reparto informático, por lo que es prácticamente imposible elegir juez" ha aseverado.

En Melilla hay cinco jueces de primera instancia e instrucción. De esos cinco hay uno que lleva el Registro Civil, que es el del juzgado nº3; otro que lleva el juzgado de la Violencia de la Mujer que es el del nº4 y el que lleva los temas mercantiles, que es el del juzgado nº5, aunque ha reconocido que en Melilla son muy pocos los casos mercantiles que se tratan. Luego están los dos juzgados penales, que son el 1 y 2. También se encuentran el juzgado de Menores, el Juzgado de lo Social y tres juzgados contenciosos administrativos. Igualmente está el juzgado de vigilancia penitenciaria, del que se encarga un magistrado de la Audiencia Provincial. Y por último, están los tres magistrados de la Sección VII de la Audiencia Provincial de Málaga, una sección que se llama "desplazada".

Emilio Lamo de Espinosa también ha aclarado cómo funciona el juzgado de guardia. "Comienza un martes por la mañana y concluye una semana después y se encargan de ello los cinco jueces de instrucción, uno cada semana que se reparten por calendario, en la misma cadencia: 1, 2, 3, 4 y 5. En el último día de guardia se celebran los juicios de falta inmediatos que se han tramitado durante toda la semana y son aquellos que no requieren ninguna diligencia de investigación "como el caso clásico de dos personas que una agrede a otra y esto te lleva dos días emitir la sentencia, y a lo largo del año podemos poner unas 240 sentencias de estas" ha comentado el Decano.

Asimismo, están "las diligencias urgentes por delito", que son lo mismo que los juicios inmediatos de faltas pero cuando se producen delitos, "por ejemplo cuando hay lesiones porque en vez de darle un bofetón, le rompes un hueso" ha precisado.

Acuerdo pionero
El Decano de los Juzgados de Melilla ha destacado en este sentido el acuerdo con la Delegación del Gobierno y que es pionero en España, referido a los juicios por droga, que, según su misma expresión, "ha logrado revolucionar la Justicia en Melilla" porque permite que estos causas pasen de enjuiciarse en seis meses a sólo 15 días.

Emilio Lamo de Espinosa ha descrito su funcionamiento de forma muy gráfica: "Se coge el típico coche con diez kilos de hachís en un doble fondo. Antes de empezar con el sistema con el que llevamos funcionando un año y medio, se tardaba entre que se cogía a esa persona y se celebraba el juicio entre 4 y 6 meses, tiempo que se pasaba el detenido metido en prisión. ¿Por qué? Porque se tardaba mucho en hacer la analítica de droga y sobre todo porque no había coordinación entre los juzgados y el servicio de farmacia de la Delegación del Gobierno".
"Con un sistema -ha añadido- que nos hemos inventado nosotros, que es ultra sencillo, hemos logrado reducir considerablemente el tiempo para la celebración del juicio y que consiste en lo siguiente: la policía detiene a una persona que lleva esa droga, te lo ponen a disposición del juzgado de guardia al día siguiente de la detención pero la droga incautada, los agentes ya han extraído una muestra que se lleva al servicio de farmacia para que se analice, se pese y demás. Nosotros -ha proseguido- incoamos un juicio rápido y señalamos fecha en el penal para la celebración del juicio, y la diferencia son dos semanas. Ahora en 15 días podemos tener una sentencia por tráfico de drogas cuando antes eran necesarios unos 6 meses".

El Magistrado-Juez ha resaltado que este nuevo sistema, además, permite la destrucción inmediata de la droga incautada y con ello se evita su almacenamiento. "Antes la droga que se cogía se metía en un depósito y podía estar allí años, lo que suponía además un peligro, pero ahora no, ahora se coge y a los diez días está quemada en la incineradora. Eso está funcionando muy bien, gracias a Policía Nacional y Guardia Civil". Con la que cocaína, ha admitido, no se puede seguir este sistema porque el servicio de farmacia de la Delegación en Melilla no tiene los instrumentos para continuar estos mismos pasos, si bien el juez Lamo de Espinosa ha reconocido que las aprehensiones de esta sustancia son mínimas en comparación con el hachís porque en Melilla más que "exportar" esta droga se "importa" y en su mayoría es del producto del "menudeo".

Con estos juicios rápidos, el Decano ha subrayado además que se logra otro objetivo fundamental, como es que la libertad de la persona detenida quede lo menos limitada posible, para que inmediatamente vaya a juicio, pase de situación de preso provisional a penado o que sea absuelto, y que la droga se destruya a marchas forzadas.

El juzgado da la orden de destrucción y el cuerpo de seguridad del Estado que ha realización la aprehensión, es el que tiene que llevar a cabo la destrucción.
"Con este sistema empezamos poquito a poquito hasta que nos hemos coordinado y ahora va rodado. Es de esas medidas que no cuestan un duro, que lo único que exige es estar atento y encima del procedimiento para que todo vaya bien, y está funcionando de maravillas. Es un sistema revolucionario y del que estamos encantados" ha remarcado.

Lentitud de la Justicia
El Decano de los Juzgados de Melilla ha admitido que la lentitud de la Justicia "es lo que más dolor nos causa a nivel profesional" porque "te encuentras con cosas que te requieren tu atención a corto plazo y que debido a la magnitud de las cosas que te van entrando, no la puedes atender con la rapidez que a ti te gustaría".

No obstante, ha destacado que independientemente de lo que pueda suceder a nivel nacional "aquí en Melilla suelen salir las cosas a una velocidad razonable, todo muy bien pero hay cosas que se atascan, no por nada, sino por esa dificultad y esa acumulación que se produce".

De igual modo ha manifestado que "insistimos mucho, cuando se generan situaciones complicadas y complejas en un juzgado, por cuestiones muy concretas de uno o dos procedimientos, para que se creen equipos conjuntos especializados en un juzgado con el fin de sacar esos casos a una velocidad importante y que el resto de los juzgados sigan con sus causas".

En este sentido, ha resaltado que "lo que no puede ser, son casos como el de la juez Alaya, que es tenerla allí volcada con tres o cuatro procesos monstruosos y que el resto del juzgado dependa de la buena voluntad del político que esté en esos momentos, para que le dé un refuerzo, le den un juez de apoyo o tal. Y como no le dan ningún refuerzo, hay una fotocopiadora para todos los funcionarios,…".
"Un juez que se encuentre con esta situación, tiene un problema: O me dedico al resto del juzgado y llevo esto como puedo, o me dedico a la causa gorda, priorizando en función de las cosas, y el resto se queda más arrinconado" ha expresado.
(Mañana segunda parte de la entrevista con el Decano de los Juzgados de Melilla)

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Mustafa Hamed

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