Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

BALONCESTO-ADECCO ORO

Melilla se difumina tras el descanso y pierde con claridad

melillahoy.cibeles.net fotos 1055 BURGOS 3

Buen comienzo, mal final. El Melilla Baloncesto firmó dos cuartos iniciales positivos, ganando en toda una cancha como Burgos, pero dos parciales de salida de 10-0 y 9-0 en los dos últimos periodos dinamitaron las opciones de un decano que acabó muy gris.
Salieron con mucha fuerza los castellanos, colocando en el electrónico de salida un 6-0 gracias al poderío de su juego interior, con Coppenrath. Pero Melilla no se dejó asustar recortando a un 6-5 a través de Laso y un triple de Bravo. El partido entraba en una fase de equilibrio, con Laso poniendo por primera vez al decano arriba en el electrónico, justo al paso por el ecuador de este cuarto inicial (10-11).

Esa canasta precisamente abría un poderoso parcial de 0-7 con un triplazo de Tsiaras y acierto de Bravo para ubicar un 10-16 que obligaba a Andreu Casadevall a pedir un tiempo muerto. Sabat entraba por Costa para variar la dirección burgalesa y un triple de Jorge García truncaba el parcial, poniendo un 13-16. Pero fue apenas un oasis en medio del desierto que fue el tramo final para los locales, anulados por un Melilla Baloncesto muy sólido, con una defensa pegajosa y asegurando bien el rebote. Otro triple de Tsiaras y una canasta de Tomás dejaban al final del cuarto un esperanzador 13-21 para el equipo de Alejandro Alcoba.

Arrancaba el segundo cuarto con amago de reacción local y 17-21, pero Spencer Butterfiled sacaba la metralleta en los 6'75 para tranquilizar a los melillenses, aunque tras una ventaja de 9 puntos (17-26), reaccionaba Burgos, colocándose a sólo tres con un 2+1 de Maresch y un triple de Sabat. El encuentro entraba en una fase apasionante, con ventajas cortas para los visitantes hasta que a 3'45 el entrenador visitante pedía un tiempo muerto con 32-34. Coppenrath igualaba para los locales, pero un oportuno triple de Tsiaras a 2'20 dejaba la cuestión en 34-37.

Y aunque Ford Burgos aún dio un tirón agónico para ponerse arriba (38-37) tras canasta de Maresch, al final Melilla cogió ventajas y Almazán dejaba el luminoso al descanso en 38-42.

Pésimo arranque
Pero una de las claves del encuentro estuvo en el arranque del tercer periodo y que el descanso le sentó fatal a Melilla. Un parcial de 10-0 de salida para un Burgos que apostaba de nuevo por su primera unidad y se notó. El ex-azulino Coppenrath anotaba, robaba, reboteaba y lideraba a los suyos en una furiosa reacción, con el Melilla Baloncesto tratando de reajustarse en el ataque.

Dos triples seguidos de Miquel Feliu obligaban a un tiempo muerto de Alejandro Alcoba a siete minutos del final con ese 48-42. Drástico el míster, haciendo un cuádruple cambio puesto que Laso, Garrido, Gatell y Butterfield entraban por Almazán, Tsiaras, Sánchez y Wright. Gatell anotaba, pero de poco servía porque el Ford Burgos seguía embalado, anotando desde dentro y desde fuera, dominando el encuentro y yéndose de 11 (55-44) en el ecuador, con un parcial ya de 17-2 para los castellanos.

Burgos iba sumando máximas ventajas ante un Melilla completamente descentrado a pesar de las continuas rotaciones y cambios de sistema desde el banquillo, en pos de la reacción.

Sábat, a tres minutos y medio, ponía 15 puntos de distancia en el electrónico para los locales con un 62-47, si bien dos triples de Butterfield y Garrido dieron algo de oxígeno a los norteafricanos. Ya en el último minuto, la reacción era más que palpable con otros dos triples de Butterfield, y 67-59 en todo lo alto. Al final, diez abajo.

Todo podía suceder en el cuarto final. Y salió cruz de nuevo con un inicio horripilante de los melillenses. El parcial en menos de tres minutos fue de 9-0 para los locales (78-59), gracias a cinco puntos de Jeff Xavier, Maresch y Diouf. Otro tiempo de Alcoba y otro cambio masivo, esta vez de tres unidades, en busca de un milagro que ya se veía casi imposible.

Ford Burgos administraba su ventaja entre los quince y los veinte puntos, jugando bien con el tiempo y con el marcador demostrando, en fin, lo que es una plantilla con veteranía en la dirección y calidad en las pinturas.

En un arranque de coraje, Almazán y Bravo firmaban un parcial de 0-5 que, al paso por el minuto cinco del cuarto ubicaba en el luminoso un 81-66. Tiempo muerto de Andreu Casadevall por el bando local y Sábat, en un parpadeo de ojos, devolvía los 2 puntos de distancia a los burgaleses. Ya no hubo nada que hacer y el encuentro languideció hasta el final. Una derrota sin paliativos con veinte minutos buenos y veinte para olvidar.

Loading

Area 11

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€