El europarlamentario de Podemos Pablo Iglesias lidera una iniciativa a la que se han sumado diferentes diputados de izquierdas de toda Europa para ir contra los rechazos en frontera en la valla de Melilla. El contrapeso lo pone el PP, que está a favor de la medida
Melilla va a estar en el candelero por la reciente aprobación de la Ley de Seguridad Ciudadana y con ella la enmienda que permite lo que el Gobierno de la Nación llama “rechazos en frontera” y las organizaciones no gubernamentales denominan "devoluciones en caliente".
En este sentido, habrá quienes quieran dar buena fama a la ciudad, como ayer expresó el jefe de la delegación de eurodiputados del PP que ha estado en Melilla durante dos días, Esteban González Pons, y quienes nos darán "mala fama" porque nos pondrán como ejemplo de lo que no se debe hacer en materia de derechos humanos.
Entre estos últimos va a estar el europarlamentario de Podemos Pablo Iglesias, que encabeza una iniciativa a la que se han sumado diferentes diputados de izquierdas de toda Europa, incluidos los europarlamentarios de Izquierda Unida , para que el Consejo de Europa se pronuncie sobre la legalidad de la Ley de Seguridad Ciudadana aprobada en el Congreso de los Diputados por la mayoría popular. Así los 45 eurodiputados firmantes, a través de un escrito remitido al Consejo de Europea, denuncian que la disposición adicional añadida en el proceso de enmiendas y que legaliza las 'devoluciones en caliente' de inmigrantes en Ceuta y Melilla vulnera el artículo 18 de la Carta de Derechos Fundamentales. "Cuando la casta se siente acorralada recurren a leyes represivas. Están nerviosos y quieren recortar la democracia", ha denunciado Iglesias.
Frente a esto, Pons ha dejado claro que han venido "para dar buena fama" a la ciudad y "defender la valla" así como los sistemas anti-intrusión de inmigrantes frente a "otro eurodiputados" que vendrán en las próximas semanas "para hablar mal de Melilla, algunos desgraciadamente españoles", no sólo de Podemos, también de IU y el PSOE. El popular también ha destacado que "es una injusticia" que se relacione únicamente a nuestra ciudad con este doble obstáculo de seis metros de altura cada uno "cuando es la frontera de todos los europeos" porque "es la puerta de Europa a África y de África a Europa".
Esperemos pues que Melilla no salga mal parada por pedir algo tan lógico como es defender sus fronteras y poder atender así una inmigración regulada y legal, que entre dentro de sus posibilidades
