El preparador incidió en que la mala salida de partido, fruto de la relajación, unido a los problemas en el rebote condenaron al decano en tierras coruñesas. Para Alcoba, el partido estuvo marcado desde el principio por el hecho de que “salimos muy blandos y sin la activación necesaria para afrontar el choque”. Por ello, “desde los primeros minutos los coruñeses empezaron a abrir las brechas en el marcador y se fueron diez puntos arriba. No podemos salir a un encuentro tan importante con esa relajación y con la mente puesta en otro sitio”, aseguró.
A partir de ahí, en opinión del técnico del Melilla Baloncesto, fue “un querer y no poder. Tuvimos momentos buenos y, desde la defensa, conseguimos recortar en el marcador, marchándonos al descanso sólo cinco puntos abajo en el electrónico”. Tras el descanso, cree que sus jugadores siguieron “con la misma buena tónica, jugando con fluidez en ataque, y llegamos a empatar la contienda a mitad del tercer cuarto, pero volvió la relajación y les permitimos irse al último acto con siete puntos de renta”.
Ya en el último cuarto, Alejandro Alcoba reconocía que fallaron en el rebote, que es lo que “finalmente decantó el encuentro, porque concedimos muchas segundas opciones en ataque”. A esto se sumó que “ofensivamente no supimos leer, ni plasmar lo que teníamos preparado en la pista”, apuntó.
En definitiva, que el Melilla Baloncesto termina la primera vuelta con siete victorias y siete derrotas, una situación que para el melillense sería “mejorable”. Ahora, disponen de un parón de quince días para afrontar la segunda parte del campeonato “con mucha más fuerza y con las ideas bastante más claras”.
