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Entrevista a Abdelmalik El Barkani, delegado del Gobierno en Melilla (1ª parte)

“Quizá no podemos estar muy contentos en lo relativo a la inmigración, pero sabemos que lo estamos haciendo bien”

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Queda poco más de una semana para que se cumplan los primeros tres años de Abdelmalik El Barkani al frente de la Delegación del Gobierno en Melilla. Un trienio no exento de dificultades en todos los ámbitos de responsabilidad de esta institución, pero especialmente en la frontera, quizá el punto más sensible de nuestra ciudad que, además, ha vivido en 2014 un año marcado por la polémica y los récords en el número de intentos, entradas y acogidos en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). MELILLA HOY entrevista a El Barkani para hacer un extenso repaso de estos tres años, ofreciendo hoy una primera parte dedicada íntegramente al problema de la inmigración. – Frontera e inmigración, dos retos nada fáciles que usted se marcó en su toma de posesión hace casi tres años. ¿Ha conseguido los objetivos?
– Más que marcarme un objetivo, sabía que eran dos temas que me iban a ocupar mucho tiempo de mi agenda. Por una parte el anhelo que tenían los melillenses de conseguir unos pasos fronterizos que funcionaran en mejores condiciones de lo que funcionaban, sobre todo el de Beni-Enzar; y por otro lado la cuestión de la inmigración clandestina irregular, ya que ni como melillense, español y europeo me resigno a que éste sea el modelo de entrada de la inmigración que llega a Europa, sobre todo después de 25 años que Melilla viene sufriendo este problema. Estamos haciendo una buena labor, no es del delegado solo ni mucho menos, sino de un importante número de personas que trabajamos para conseguir ese objetivo, fundamentalmente la Policía y la Guardia Civil. Se pueden hacer mejor las cosas, pero pienso que en los pasos fronterizos hay un antes y un después. Había que llevar a cabo una obra de infraestructura que permitiera después reordenar los tránsitos de vehículos, peatones y mercancías para conseguir un puesto de trabajo en condiciones para los funcionarios de la Policía, la Guardia Civil y Aduanas, lo cual iba a redundar en una prestación de mejor servicio para los ciudadanos y, por lo tanto, en una mayor fluidez sin menoscabar la seguridad. Yo creo que se está consiguiendo y estamos dando los pasos necesarios para poder lograrlo. Estamos en un antes y un después y el que no lo quiera ver es porque probablemente es ciego cerebral. En cuanto el tema de inmigración, somos conscientes de que no solo podemos hablar de medidas anti intrusión. Nos gustaría llegar a que los inmigrantes no entren en esa situación límite. Ahí hay una serie de medidas que siempre he dicho que sería bueno que se llevaran a cabo, como medidas de cooperación, información en los puntos de origen, identificación y control de las mafias en los puntos de origen y tránsito de los inmigrantes, proyectos de trabajo en el origen para que puedan venir de forma regular, etc. Pero siempre he dicho que es necesario adaptar distintas normativas nacionales e internacionales a la realidad de la inmigración en Melilla. Hemos conseguido una modificación de la Ley de Extranjería mediante una enmienda a la Ley de Seguridad Ciudadana. Lamentablemente no es la panacea, pero esto nos ayuda a mejorar un poco la seguridad jurídica que siempre ha tenido la Guardia Civil, porque este cuerpo lo que hace es intentar que no se entre por un sitio que no está habilitado al respecto, en masa y como hemos podido ver en los últimos años, con una mayor violencia por parte de muchos de ellos y queriendo entrar a la fuerza. Por tanto, probablemente no podemos estar muy contentos, pero sí por lo menos sabemos que estamos haciendo las cosas bien, apoyando a la Guardia Civil. Estamos intentando evitar que se criminalice a los inmigrantes, pero tampoco podemos permitir que se criminalice la labor de vigilancia y custodia que todos los días hace la Guardia Civil porque si existe la valla y este cuerpo en ese sitio es porque hay gente que quiere entrar por donde no debe.

– Usted lleva toda la legislatura pidiendo la implicación de Europa en este problema, pero parece que Europa da la espalda al Gobierno español escuchando más a las ONG como se ha podido ver en las declaraciones de varios comisarios, incluido el nuevo de inmigración, Dimitris Avramapoulos. ¿Cree que el Gobierno está fallando a la hora de transmitir este problema al resto de países europeos?

– El tratado de funcionamiento de la UE establece cómo cada país tiene que vigilar las fronteras. Ceuta y Melilla no son fronteras exclusivamente de España, sino que son de toda Europa y, además, los inmigrantes no quieren quedarse aquí, sino ir a la península e ir a otros países europeos. Dicho esto, estamos creando un espacio común de seguridad, algo más que una unión económica. Es necesario que tengamos una política común de inmigración, hay que tener directrices en todos los sentidos. No se puede permitir, desde mi punto de vista, que tenemos que vigilar nuestra frontera pero además luego hay que llevar el tratado de Dublín a cumplimiento, de modo que nos piden que vigilemos, que no dejemos entrar y algunos nos critican por cómo lo estamos haciendo. Europa está interviniendo con sus programas de intervención a través de Frontex y cuestiones económicas, pero lo importante es conocer la realidad y para eso hay tener la información. La información no se puede obtener a través de un vídeo, se obtiene viniendo aquí, ejerciendo la responsabilidad in situ, conociendo la realidad. Por eso hemos dicho que quienes quieran venir a conocer la realidad serán bienvenidos, como han hecho los europarlamentarios del PP hace unos días, que estoy convencido de que van a conseguir dar a conocer en Europa la otra realidad de Melilla. Siempre he dicho que si yo fuera responsable europeo de inmigración, cuando hay un problema en Melilla habría llamado al ministro a ver qué problemas tiene y cómo puedo ayudar. Lo que no puedo hacer es no hacer esa llamada, opinar desde la lejanía y teniendo una parte de la información. Me gustaría que las ONG y las Fuerzas de Seguridad del Estado pudieran converger en el objetivo común de ayudar al inmigrante, cada uno en el ámbito de sus responsabilidades. Si no podemos converger, podemos ir en paralelo. Sin embargo, con algunas ONG vamos en la misma dirección, pero en sentido contrario.

– El comisario europeo ha dicho que vendrá a Melilla. ¿Qué le piensa decir o enseñar para cambiar la opinión que de momento está demostrando con su orden de investigar el salto del 15 de octubre a raíz de un vídeo de Prodein?

– Será un placer atenderle. Le daríamos la bienvenida, le agradeceríamos el interés que ha demostrado viniendo a conocer una parte, no somos la mas importante en el conflicto de fronteras de manejo de fronteras e inmigración porque también tenemos Grecia, Lampedusa… probablemente con un número mayor de entradas. Pero aquí hay una singularidad y es importante conocerla. Le enseñaremos todo como hemos hecho con cualquier otra persona de grupo político diferente que ha querido venir a conocer el CETI, la valla, la Guardia Civil, hablar con la Policía y ONG… y si él quiere hablar conmigo también tendrá la oportunidad. Sobre el salto del 15 de octubre, solo decir que se está investigando. Hay unas diligencias abiertas y, por lo tanto, una investigación en marcha de la que tiene conocimiento exhaustivo la Fiscalía. No quiero ser más explícito, pero es que está abierto a petición de una persona y se está investigando y están esas diligencias hechas y en manos de la Fiscalía. No voy a entrar en el detalle porque no me merece la pena, pero son cuestiones tan delicadas como decir que si se había apaleado a una persona o un inmigrante, si había sido luego intervenido quitándole un riñón, al tercer día salía diciendo que había hablado con él. Le quitan un riñón y al tercer día está fuera del hospital y pudiendo hablar. Magníficos profesionales que sean capaces de conseguir eso. Eso es absolutamente falso. Ha quedado demostrado por las informaciones que tenemos porque además, Cruz Roja está siempre presente en los saltos, y cuando Cruz Roja atiende a una persona por un simple arañazo o porque ha estado medio inconsciente, si dice que se tiene que remitir al hospital se hace, y hemos visto cómo la inmensa mayoría de las personas que han sido atendidas en la valla por Cruz Roja y luego han sido remitidas al hospital, la inmensa mayoría salvo excepciones, han sido dadas de alta a las pocas horas. Ya se demostrará que son inciertas aquellas denuncias sobre este hombre que había sido herido. Pero en cualquier caso, a la Justicia no hay que tenerle miedo. Solo debe tenerle miedo quien incumpla las leyes o se encuentre fuera de la Ley. Como comprenderá, ni la Guardia Civil, ni la Policía ni yo actuamos fuera de la Ley. Por lo tanto, responder a preguntas de un fiscal o de un juez es nuestra obligación y será un placer siempre contestarle como se está haciendo y como se ha hecho.

– ¿Cree que esas críticas a la actuación de la Guardia Civil deben motivar que Frontex vigile la valla, o no lo ve factible?
– Según el tratado al que he aludido antes, son los propios nacionales los que deben vigilar sus fronteras siguiendo las normativas europeas y nacionales que hay, y también directrices operativas como tiene la Guardia Civil actuando en frontera, un operativo de 2012 que emana de 2005, no hay ninguna diferencia. Parece mentira, pero el PSOE se olvida lo que hizo cuando estaba gobernando. Porque yo me hago una simple pregunta: ¿hay algo que esté haciendo la Guardia Civil respecto a cuando estaba de delegado José Fernández Chacón, Gregorio Escobar o Antonio María Claret? Yo creo que no. Probablemente la diferencia está, a lo mejor, en que hemos tenido la malla antitrepa y una serie de cosas que han permitido medio controlar una enorme presión que estamos viviendo, superior a la de 2005. Algunos han querido cuestionar esa labor, pero la inmensa mayoría de los melillenses, españoles y europeos están con la Guardia Civil, porque tiene el mandato de darnos seguridad a los ciudadanos.

– El Gobierno ha aprobado en solitario y en mitad de una gran polémica la enmienda de los rechazos en frontera. ¿Es la solución a tantos intentos de entrada en la valla?
– Es si cabe darle más cobertura jurídica a lo que ya está haciendo la Guardia Civil desde hace mucho tiempo y no solo con este Gobierno. Es verdad que lo ha aprobado en solitario el PP, pero ahí se ve la irresponsabilidad de un partido como el PSOE, que ha estado hasta hace tres años en el Gobierno, que sabe cuáles son las circunstancias que se dan en Melilla y que están reflejados con luz y taquígrafo reflejados en la comparecencia de Antonio Camacho, entonces secretario de Estado de Seguridad y último ministro del Interior, en el Congreso de los Diputados. Porque si uno lee lo que decían Camacho y Rubalcaba, y son conscientes y responsables, el PSOE tenía que haber apoyado esa enmienda porque es lo que en ese momento estaba haciendo también la Guardia Civil.

– A principios de este año, usted tuvo que ir a declarar ante el juez por el caso de los kamikazes. Fue el primer delegado del Gobierno en verse en una situación de este tipo. ¿Se sintió solo o con ganas de arrojar la toalla en un momento donde, además, la presión migratoria era casi insostenible?
– No, arrojar la toalla nunca, bajo ningún concepto, porque uno puede pensar muchas cosas, pero yo siempre he dicho que a mí no me da miedo ponerme delante de un juez o un fiscal para declarar porque no tengo nada que ocultar. Cuando uno no tiene nada que ocultar puede vivir con la cabeza bien alta a prestar esa colaboración necesaria ante la Justicia. No tengo ningún problema, a sabiendas de que lo que hacíamos, lo hacíamos bien. No puedo eludir mi responsabilidad como delegado del Gobierno y como jefe de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tengo que estar con ellos y todos juntos para ofrecer el mejor servicio a los ciudadanos. Yo no me he encontrado solo, hicimos lo que teníamos que hacer. Políticamente dije que era inadmisible que se diera esa forma de entrada de los kamikazes, que dañaba a los propios inmigrantes y que pudo haber costado la vida de algún policía o guardia civil. A partir de ahí se dan unas instrucciones, que es el cumplimiento de un ordenamiento, el Tratado Internacional de Readmisión, para que se llevara a cabo. Por lo tanto, hemos actuado conforme a derecho, como acaba de decir el magistrado con el sobreseimiento de esa denuncia. En cualquier caso, no creo que sea muy agradable ir a defenderse de las denuncias interesadas porque solamente tienen una visión sesgada, partidista de lo que es el modelo de inmigración. Hay gente que no quiere que haya valla, y yo comprendo esa actitud, pero no la comparto. La Guardia Civil tiene unas directrices, yo como responsable de la Administración General del Estado en Melilla y delegado del Gobierno tengo que ejecutar esa política, y por lo tanto, tenemos que hacer lo que estamos haciendo.

– El CETI sigue casi tres veces por encima de su capacidad pese a sus intentos por reducir la ocupación, que era otro de los objetivos que se marcó al inicio de la legislatura. ¿Se ha planteado alguna medida para conseguir el reto que se propuso, ahora que el colectivo mayoritario que vive en el CETI son familias sirias?
– Puede haber otras formas e iniciativas, pero grosso modo yo mantengo que hay dos: una es intentar que no lleguen al CETI, y dos, cuando llegan, trasladarlos para que haya espacio para los nuevos que van llegando. Tuvimos unas medidas anti intrusión que fueron eficaces durante mucho tiempo. De repente la presión migratoria, fundamentalmente a partir de 2009-2010, cuando dejan de llegar cayucos a Canarias, las mafias trasladan los flujos hacia la Europa subsahariana a través de Ceuta y sobre todo de Melilla, y eso crea una enorme presión a la valla. A partir de ahí, otra vez hubo sobresaturación del CETI y las respuestas son esas dos que he dicho antes. En estos momentos se complica porque podremos plantear si los subsaharianos emigran por motivos económicos, por persecución personal, etc, pero ahora están llegando personas que huyen de un conflicto bélico como son los sirios, y ahí nadie tiene duda de que a priori son merecedores de una protección internacional. España tiene que cumplir sus obligaciones, de la misma manera que cumple con la normativa intentando evitar que entren de forma irregular a nuestro país y a Europa, y también tiene que cumplir con sus compromisos internacionales, que son el respeto a derechos internacionales y a personas que puedan ser merecedoras. Pero eso también tiene un trámite y la petición de asilo no es inmediata, se procede a incoar expediente y luego resuelve. Somos conscientes de que los expedientes relacionados con sirios, que son personas que vienen de conflicto bélico, deben resolverse con relativa rapidez en comparación con otros donde pueda existir la duda, como algún subsahariano, que desde mi punto de vista ha emigrado por aspectos económicos y que también tiene sus derechos, pero debería venir con su contrato en regla porque luego viene aquí y se queda en el purgatorio sin poder ver la luz.

Tres años al frente de la Delegación
Abdelmalik El Barkani acumula una larga trayectoria en la política melillense, la mayor parte ocupando diferentes responsabilidades en el Gobierno autonómico. Sin embargo, nadie duda de que estos tres últimos, en los que ha llevado las riendas de la Delegación del Gobierno, han sido los más importantes de su carrera política y los que mayor protagonismo le han dado en la prensa local, nacional e internacional debido, fundamentalmente, al problema de la inmigración clandestina que sufre Melilla.

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Redacción

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