Hoy se celebra una de las festividades más irreverentes del calendario, el de los Santos Inocentes, una fecha que recuerda un hecho bíblico de máxima crueldad, como fue el asesinato de todos los niños judíos por orden del rey Herodes, pero que ha derivado en una jornada en la que está permitido casi todo para arrancar una sonrisa. Es el día de las bromas, pero no de los actos vandálicos o del mal gusto. De cara a este día distintos establecimientos y puestos ambulantes repartidos por la ciudad ofrecen al público artículos de broma de todo tipo. Los clásicos, según señalan los vendedores, son los mini petardos, los pequeños artefactos que al lanzarlos contra el suelo explosionan provocando sorpresa al desprevenido. Su precio, un euro la cajita.
Tampoco pueden faltar las clásicas "bombas fétidas", aquellas que exhalan un terrible olor a huevos podridos. Su coste es también relativamente bajo para la economía de los pequeños de casa. Asimismo este año, entre los objetos más demandado por los niños se encuentra además los sprays de nieve sintética y los sprays fétidos.
Por lo demás, la oferta incluye desde reptiles y arácnidos de goma, a las caretas de brujas, fantasmas o superhéroes, El objetivo, que por un precio asequible, cualquiera hoy pueda ser objeto de una broma inocente, sin otro interés que el de buscar el sobresalto y la sorpresa, en especial de los adultos, para regocijo de los pequeños de casa.
