Unos lo tomarán en el desayuno. Otros lo degustarán en la merienda acompañado de una buena taza de reconfortante chocolate caliente. Pero el denominador común será el Roscón de Reyes. Desde ayer, las panadería y confiterías melillenses realzan los preparativos para la elaboración del tradicional dulce de Navidad y algunas llevan casi una semana recibiendo los encargos. Los cálculos indican que la venta en Melilla puede superar los 5.000 ejemplares de este dulce que es toda una tradición. El Roscón de Reyes es el dulce navideño elaborado con harina, huevos, mantequilla, azúcar, levadura, corteza de limón, fruta escarchada y agua de azahar. Son estos los ingredientes, a los que hay que sumar el toque secreto de cada pastelero. Pastelerías como Dalida o Montemar o panificadoras como La Perfecta o Virgen de la Victoria llevan, en algunos casos, varias décadas elaborando roscones de reyes y sobre todos desde ayer están yendo a marchas forzadas, con más trabajo y más negocio, también, pues tan sólo en una mañana se pueden vender 1.500 roscones. En sus inicios se empezaron a rellenar de crema pastelera y mas tarde de nata pero en la actualidad los hay de chocolate, , trufa o mazapán, entre otros sabores aunque los pasteleros han confirmado que preferimos los sabores de siempre.
Sin embargo en los últimos años y como no podía ser de otra manera se han incorporado roscones especiales para diabéticos y celíacos, al objeto de que ningún melillense se vea privado de probar el roscón.
Precios y sorpresa
También lógicamente han variado los precios dependiendo del tamaño del roscón, aunque a pesar del aumento progresivo de su coste, los de tamaño normal suelen rondar entre los 10 y los 20 euros
De hecho los pasteleros no han notado que se vendan menos roscones conforme pasan los años. Y es que se trata de un dulce que no sólo permanece sino que aumenta su demanda a lo largo del tiempo, pasando con los años de un consumo minoritario al actual, absolutamente popular. Pero, además de los ingredientes básicos se ha incorporado también un elemento importante del roscón que no es otro que el detalle que viene dentro y que sólo tendrá la suerte de encontrar uno de los comensales, a quien, puede que como regalo le toque comprar el roscón el año próximo.
Será, por tanto, el martes cuando algunos lo disfrutarán en familia, otros con los compañeros de trabajo y otros con los amigos.
