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2014, año de récords

Las cifras de 2014 y el anterior van mucho más allá de las que se dieron en 2012 y 2011, cuando poco a poco el perímetro fronterizo volvió a revivir los saltos masivos de la crisis de las vallas. Las cifras de 2014 y el anterior van mucho más allá de las que se dieron en 2012 y 2011, cuando poco a poco el perímetro fronterizo volvió a revivir los saltos masivos de la crisis de las vallas. En 2011 hubo solo un intento de entrada, y de ahí se pasó a los 28 de 2011. Aquel año, según las mismas fuentes, la presión migratoria sobre Melilla sufrió "un repunte extremo" al doblar prácticamente las entradas clandestinas a Melilla, pasando de 1.040 entradas en 2010 a 1.940 en 2011.

Los aumentos en los dos años posteriores fueron mucho más discretos pese a que la presión no descendió, gracias fundamentalmente a la eficacia de las Fuerzas de Seguridad del Estado en su labor contra la inmigración clandestina y el refuerzo de medios.

Así, en 2012 entraron 2.186 inmigrantes, un 12% más que el año anterior, mientras que en 2013 se contabilizaron 2.490 accesos irregulares, es decir, un 14,3% más respecto a los 12 meses anteriores.

En 2014, la subida se dispara a niveles comparables a los de 2011, ya que cierra el año con más de 5.000 entradas, cifra que tendrá que concretar más próximamente el Ministerio del Interior. En comparación con los 2.490 del año pasado, resulta que el aumento es superior al doble, motivado fundamentalmente por el éxodo sirio. Si las entradas de sirios no se hubieran producido y las entradas se hubieran limitado a la inmigración subsahariana que había hasta entonces mayoritariamente, el incremento habría sido de apenas 100 personas y un 5% respecto al año anterior, aun cuando el número de intentos individualizados en la valla se ha casi cuadruplicado (de 5.200 en 2013 a más de 19.000 en 2014).

Este año que acaba de terminar ha sido, por lo tanto, un año de récords en prácticamente todos los sentidos. En los intentos individualizados de salto a la valla (más de 19.000), en el número total de entradas clandestinas (más de 5.000) y en los acogidos en el CETI, ya que llegó a haber 2.400 a finales de mayo después del segundo salto del año de más de 500 inmigrantes, que también pulverizaron los registros anteriores.

Asimismo, otro récord de este año ha sido la entrada de inmigrantes de origen no subsahariano, que hasta ahora siempre habían sido sobre todo argelinos. En este 2014 el bajón de inmigrantes de esa procedencia ha sido contundente, al pasar de 400 en 2013 a apenas 100 en este año.

Pero el mayor récord se observa remontando la vista a 2005, el año de la crisis de las vallas. Entonces se registraron en Melilla 3.245 entradas clandestinas, cifra que nunca se había conseguido superar hasta ahora, que supera las 5.000. Sin embargo, hay que tener en cuenta que casi la mitad de ellas han sido por los pasos fronterizos y no por el perímetro fronterizo como sí ocurrió en la mayoría de entradas de 2005.

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Redacción

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