El Centro de Profesores y Recursos acogió ayer tarde el acto de presentación del programa PAE (Programa de Apoyo Educativo) que se pone en marcha este lunes y en el que 33 alumnos de tercero de Magisterio del campus de la UGR en Melilla, ayudarán a 350 alumnos de Primaria y Secundaria de la ciudad a mejorar sus resultados académicos. Gracias a este programa, los estudiantes universitarios además de poner en práctica sus conocimientos, recibirán una beca global de dos mil euros. El MEC y la Facultad de Humanidades apoyan este tipo de programas porque ya con el antiguo PROA el 70% de los alumnos atendidos aprobó todas las asignaturas. El director provincial de Educación, José Manuel Calzado, explicó que el PAE (Programa de Apoyo Educativo) es similar al antiguo PROA y se enmarca dentro de las acciones de refuerzo para la mejora de los resultados académicos que potencia el Ministerio. En esta ocasión se desarrolla en colaboración con la Facultad de Humanidades.
Programa
La idea es que 33 estudiantes de tercero de Magisterio, en horario extraescolar, dediquen cinco horas a la semana a labores de organización y refuerzo educativo a una serie de alumnos de Primaria y Secundaria que precisan un apoyo en materias como lengua, matemáticas e inglés, y que la sexta hora la dediquen a cuestiones de coordinación con los equipos docentes de los centros en los que realizarán su labor. El PAE se pone en marcha el lunes 12 de enero y concluirá en mayo.
El programa da la oportunidad a alumnos de Magisterio a realizar unas prácticas que les ayudarán de cara a su futuro profesional. Su labor la realizarán con grupos de entre 6 y 10 alumnos máximo. Otro aliciente es que además recibirán una beca de dos mil euros: mil en marzo y otros mil en mayo. "Es una experiencia positiva tanto para estos jóvenes de Magisterio como para los alumnos a los que atienden por la mejora de los resultados académicos, de ahí el interés tanto del Ministerio como del campus", dijo.
Ayer se llevó a cabo la primera jornada de orientación con este grupo de futuros monitores, de cara al inicio de su labor a partir del lunes. Por su parte la decana de la Facultad de Humanidades, Carmen Enrique, explicó que se han seleccionado a 33 alumnos de tercero de Magisterio con "un buen expediente académico", estudiantes que hayan participado en otros programas de estas características y tomado parte en otras acciones relacionadas con la formación con niños. "Es una experiencia gratificante", aseguró.
Lo importante es que se permite a estos estudiantes universitarios poner en práctica los conocimientos adquiridos en clase y al mismo tiempo, ayudar a alumnos con dificultades. El fin último es reducir las cifras de abandono y fracaso escolar.
Apuntó José Manuel Calzado que los 33 monitores desarrollarán su trabajo de orientación y guía en 12 centros públicos de primaria de la ciudad, en dos centros concertados de primaria y en dos públicos de secundaria. Los propios centros han elaborado sus propios proyectos específicos en atención a las necesidades detectadas en sus aulas, proyectos que han sido aprobados por el MEC. Por ese motivo habrá centros en los que se impartirán clases de refuerzo en lengua, matemáticas e inglés, mientras que en otros será sólo lengua o inglés, o matemáticas e inglés.
A lo largo del curso se hará un seguimiento de los alumnos y su aprovechamiento, con el objetivo de comprobar su evolución. Si se detecta que hay niños que faltan a estas clases o no mejoran sus resultados por cuestiones ajenas al programa, después de Semana Santa se llevaría a cabo una revalorización para determinar qué alumnos siguen y qué otros se incorporarían. Afirmó además Calzado que este tipo de programas son más que positivos y es que por ejemplo con el PROA, el 70 por ciento de los alumnos que participaron en él, lograron mejorar sus resultados académicos, aprobando todas las asignaturas.
