Las mujeres imazighen marroquíes "han sabido salvaguardar la riqueza lingüística" de su comunidad, algo que no ocurre en otras comunidades bereberes del gran Rif, según aseguró ayer la investigadora Yolanda Aixelá, invitada por el Instituto de las Culturas para hablar de las características y singularidades de este colectivo de mujeres. Tradiciones como la endogamia preferencial (entre primos) para evitar que tenga que salir del núcleo familiar, la autonomía a la hora de disponer de su dote, su contribución en las labores rurales o la conservación de la lengua y costumbres, son algunas de las características que las convierten en únicas frente a un mundo cambiante que les rodea. "Mujeres imazighen en Marruecos. Una aproximación desde el parentesco, la producción rural y el derecho consuetudinario", fue el título de la ponencia con la que se abrió ayer la programación de actividades que ha elaborado el Instituto de las Culturas con motivo del año nuevo amazigh y que impartió Yolanda Aixelá, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Barcelona, especializada además en antropología urbana, que ha elaborado diferentes estudios sobre etnografía en países de Europa y África, y que se ha especializado en Marruecos y Guinea Ecuatorial.
Mujer Imazighen
En su charla, la investigadora se centró en tres características principales del mundo de la mujer imazighen en Marruecos en aspectos como el marco de parentesco, la producción rural y los códigos consuetudinarios (costumbres) y los puntos en común que mantienen con otras comunidades de cultura amazigh del norte de África. Estas mujeres no sólo son las grandes transmisoras de las costumbres y la lengua, sino que a diferencia de lo que ha ocurrido en otras comunidades del Rif, "han sabido salvaguardar la riqueza lingüística" de la comunidad.
Afirmó Yolanda Aixelá que existe toda una serie de singularidades o peculiaridades de la mujer imazighen que "condicionan las relaciones sociofamiliares y que le dan visibilidad dentro del marco familiar". Así, por ejemplo, aunque existe filiación paterna, "que puede ser un factor que no ayude a visibilizar a las mujeres, sí que se da la endogamia preferencial, que son matrimonios entre primos que empieza a estar en desuso, pero que salvaguarda de alguna manera a las mujeres en el núcleo familiar, dado que les da un cierto apoyo al no estar en un contexto ajeno como sí sucede en el matrimonio árabe, que provoca que la mujer salga fuera de su familia y grupo".
Otra cuestión a destacar es el de la dote, "un tema muy importante porque es la primera riqueza que recibe la mujer, que puede ser en joyas, dinero o propiedades, depende de la capacidad económica de la familia con la que se casa". Ese dinero o bienes, "no pueden ser intervenidos, sino que es algo para salvaguardar su futuro y ella decide cómo gastarlo".
Señaló que a nivel de producción rural, "ha costado mucho la visibilización del trabajo femenino en este contexto, aunque ya empieza a estar muy bien documentada las tareas que hacen", y de hecho las estadísticas marroquíes recogen desde 1980 el porcentaje del trabajo femenino rural. "Esto es visibilizar la labor de la mujer, que además cuando se han producido las migraciones a Europa, ellas se han convertido en cabeza de familia, convirtiéndose además en perpetuadotas de la cultura, conocimientos y rituales".
