El presidente de Melilla y del Partido Popular regional (PP), Juan José Imbroda, consideró ayer necesaria la ayuda de las asociaciones de musulmanes para luchar contra el terrorismo yihadista y el fundamentalismo, ya que esta comunidad religiosa es también víctima de este problema. Ésta fue una de las ideas que ayer transmitió Imbroda durante su participación en el Foro Libertad y Seguridad organizado por el PP nacional en la Casa América de Madrid, donde ayer intervino como participante en una de las mesas, que giró en torno a la inmigración. Concretamente, Imbroda intervino en la mesa 'España, un país solidario. El reto de la inmigración', en la que también participaron el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, la secretaria general de Inmigración, Marina del Corral, y el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas.
Imbroda señaló en su turno de palabra la necesidad de controlar la inmigración clandestina por motivos como el terrorismo yihadista, en el que “se hace cada vez más necesario saber quién entra por la ventana de tu casa”. “Por eso ahora más que nunca es necesario tener en cuenta la seguridad de las sociedades de acogida de los inmigrantes. Hay que dirigirse a las asociaciones de musulmanes, quienes deben de ayudarnos porque a la comunidad musulmana también le afecta el terrorismo”, afirmó el presidente melillense.
Como ya hiciera esta misma semana durante el minuto de silencio ante la Asamblea tras los atentados de París, y también en otras ocasiones, Imbroda aseguró que “los musulmanes son las primeras víctimas del integrismo radical”.
Por eso, subrayó que “no hay que confundir musulmanes con terroristas yihadistas” e insistió en la necesidad de que los creyentes islámicos muestren su rechazo ante el fanatismo de los terroristas: “No queremos que te conviertas, pero sí que nos ayudes a combatir el fenómeno fundamentalista radical”, afirmó.
Inmigración
En su intervención, Imbroda admitió que en la lucha contra la inmigración clandestina es necesario en ocasiones adoptar “medidas muy desagradables” para intentar frenar el problema. No obstante, consideró que la presión migratoria que sufre Melilla ha servido para darle visibilidad” de cara a la opinión pública y órganos responsables que van más allá del propio Estado.
De este modo, Imbroda volvió a reclamar la implicación europea: “Desde Europa es necesario trabajar conjuntamente con Marruecos para dar soluciones a la llegada de inmigrantes a nuestra frontera, porque la inmigración ilegal es un grave problema, y no se puede soportar las continuas llegadas masivas y sin control”, afirmó el presidente melillense.
Según los datos facilitados el pasado viernes por el comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Nils Muiznieks, Melilla fue la puerta de entrada el año pasado para 5.500 inmigrantes, de los cuales 3.000 fueron sirios y el resto subsaharianos, la mayoría saltando la valla fronteriza.
