El Carnaval de Melilla 2015 ya tiene pregonero y la elección no podía haber sido más acertada: Larry Lamrine, el conocido humorista e imitador melillense que lleva a gala sus raíces africanas allá donde acude. Afirma que el Carnaval "es diversión y libertad y decir las cosas con humor y al compás", por lo que anima a sus paisanos a salir a la calle y disfrazarse para dejarse oír. Larry Lamrine dedicará el pregón a todos aquellos que durante estos años contribuyeron a potenciar estas fiestas carnavaleras.
- ¿Qué le supone ser el pregonero del carnaval de Melilla?
- Me llamó Paco Díaz (viceconsejero de Festejos) y me hizo una ilusión tremenda, porque desde el año 1992 que salí de Melilla, la verdad que volver no por cuestiones familiares, sino profesionales y más para ser el pregonero, es una cosa muy grande. Además va a ser en mi ciudad y eso es un reconocimiento enorme.
- ¿Puede adelantar algo sobre el contenido del pregón?
- Estoy trabajando ya en él y estoy visionando videos de las actuaciones de las chirigotas en las que estuve y que formábamos los de la Tuna. Quiero en mi pregón homenajear a todos los que participábamos en aquellos años, en los 80, en los carnavales de Melilla y que ya, por desgracia, no están con nosotros.
- ¿Han cambiado los carnavales de la ciudad en estos más de treinta años?
- Sin duda los de ahora no se pueden comparar a los de los años ochenta. Antes era todo más rudimentario, los equipos de sonido en el Carvajal no eran tampoco muy potentes, pero había mucha ilusión. Recuerdo a Pepe Imbroda que todos los años nos llamaba para que participáramos en las murgas y había una gran ilusión por participar en el concurso y salir en las carrozas. Ahora todo está como más profesionalizado.
Antes la diversión estaba en participar, en salir en la cabalgata, en sacar algo de dinero para que con la tuna pudiéramos irnos de viaje. Ese era el life motive. Recuerdo que todos los compañeros nos reuníamos después de salir de marcha para elaborar las letras y ensayar. Teníamos poco dinero y por eso sacábamos los disfraces que nos resultaban más económicos, como los niños tiroleses con pantalón corto, los osos vestidos del Betis o incluso de Sota de Bastos utilizando los trajes de la tuna.
- En cuanto a las letras de las murgas y chirigotas, ¿qué debe primar, el humor sobre la crítica o al contrario?
- Lo que debe quedar claro es que en la elaboración de las letras debe haber total libertad. Recuerdo que nos decían del Ayuntamiento que teníamos que enviarles las coplillas y como nos temíamos que nos cortaran algunas letras, no las incluíamos todas, y siempre, en la noche de la actuación, las soltábamos de forma sorpresiva. Pero lo que se busca es que con música y letra, ser sarcásticos, criticar lo que no te gusta, como una obra que lleva tiempo parada. El carnaval es diversión y libertad y decir las cosas con humor y al compás.
- ¿Las murgas y chirigotas están abocadas a la desaparición?
- Hace algún tiempo que por motivos de trabajo no he podido seguir el carnaval de Melilla, pero a nivel nacional, lo que veo por ejemplo en Málaga, es que se están perdiendo. Antes sí había muchas agrupaciones, pero ahora, quitando el fantástico carnaval de Cádiz, se están perdiendo. Ojalá se mantengan.
- ¿Después de esta actuación en Melilla, cuál es el próximo destino?
- Sigo girando y preparando un nuevo espectáculo que aún no he cerrado y que llevará por título "Sonrisas y con Larry más". Es un show con la esencia de Larry. Me hubiera gustado poder estrenarlo ahora en Melilla, pero el tema de los audiovisuales que incluye no están aún preparado.
Además del pregón tengo previsto actuar y ofrecer parte de mi show, que incluirá chistes, parodias e imitaciones, es decir, un compendio de todo y en mi línea habitual. Me hace una doble ilusión. Con este espectáculo he recorrido toda España y allá donde voy siempre digo que soy de Melilla, un nombre que llevo con mucho orgullo y aclaro que Melilla es mucho más que las vallas.
- ¿Es difícil dedicarse profesionalmente al humor?
- Es como en todo, hay momentos buenos y malos. Hay ocasiones en las que estás enfermo o cansado y tienes que subir al escenario a hacer reír. Recuerdo una ocasión que a mi madre le había dado un ictus y no pude acudir al hospital de Alicante hasta que terminé el espectáculo. Fue muy duro. A veces tienes que hacer de tripas corazón, pero en general es fantástico. Me encanta mi profesión, y a pesar de los desalientos, a mi me gratifica.
Llevo muchos años dedicándome a esto, y a pesar de la crisis, sigo con las mismas ganas. A veces la gente me dice que conmigo se lo ha pasado muy bien, que durante unos minutos se han olvidado de sus problemas, y eso es como si me hubieran pagado. Eso te demuestra que lo que haces está sirviendo de algo.
- ¿De cuál de sus imitaciones está más orgulloso?
- Creo que es el público el que tiene que opinar y decir cuál les gusta más. Pero siempre las hago con mucho respeto. Recuerdo en una ocasión que hacía una imitación de un tema que cantan Diango y los hermanos Pimpinela y entre el público estaba el propio Diango, que se acercó y me dijo que le había gustado mucho mi imitación. De hecho me pidió el play back que yo utilizaba porque le gustó el montaje musical.
- ¿Cuál es el mensaje del pregonero de los carnavales de Melilla 2015?
- Mi mensaje es que ante la crisis que estamos padeciendo, hay que vivir el Carnaval, hay que salir a la calle, porque es una forma de rebelarse ante todo. Hay que salir a la calle para expresar nuestros sentimientos, y hay que retomar el carnaval de Melilla con fuerza. Hay que participar, disfrazarse de forma satírica y reírnos de todo y que salga el sol por donde quiera. Que salgan a la calle y yo estoy súper contengo de volver a mi tierra como su pregonero.
