El propietario del número 12 de la calle Vista Hermosa, vivienda cuya demolición está prevista para las primeras horas de la mañana del lunes 19 de enero, ha declarado a MELILLA HOY que van a resistir para impedir quedar en la calle, él y otros cinco miembros más de su familia, entre ellos un niño de 5 años. Así Hassán Amar Mohatar, de 64 de años y enfermo del corazón, ha asegurado que no se van a mover de su casa: “Me tienen que sacar muerto” ha advertido. Hassán Amar Mohatar no sabe oficialmente que el lunes vayan a intentar demoler su vivienda. "Eso dicen" ha admitido, porque no ha recibido ninguna notificación en este sentido. Sí recibió una notificación hace dos meses en la que le comunicaban que antes del 9 de enero de 2015 debían abandonar pero su abogado presentó un recurso del que no han tenido aún noticias, por lo que no entendería que fueran echar abajo su vivienda sin resolver esta cuestión.
"Cómo voy a salir de mi casa y estar en la calle con mi familia cuando en esta vivienda he empleado el sueldo de toda una vida" dijo Hassán Amar, quien ha señalado que si se tuviera que llegar a esta tesitura "prefiero que me maten".
También ha indicado que desde la anterior ocasión en la que intentaron demoler su casa, el 19 de agosto de 2013 -tuvo que suspenderse por el riesgo que conllevará la ejecución de la misma debido a que habían 250 personas delante de la casa y más de 50 personas sobre la terraza-, ha pedido que le den una alternativa "si se quieren quedar con mi casa". Así asegura que ha planteado a la Consejería de Fomento que le expropie su vivienda a cambio de la cantidad económica que establezcan o que le faciliten otra vivienda, pero lo que afirma que no va a admitir es que "nos dejen en la calle a mi familia".
Hassan Amar ha subrayado que cuenta con la documentación que certifica que el número 12 de la calle Vista Hermosa es de su propiedad, a través de una escritura del año 1994, y que todo este problema viene a raíz de una denuncia de una vecina que aprovechó un período en el que estuvo privado de libertad y el fallecimiento de su esposa, para provocar la situación que ahora padecen. "Yo no entré aquí con una patada, esta es mi casa con el sueldo de toda mi vida" ha dicho, para recalcar que no le parece justo que quieran tirar su domicilio.
