Tras un año de andadura, la Asociación de Mediadores de Melilla aprovechó ayer la celebración del día internacional de la mediación para desarrollar un encuentro en el que dar a conocer en qué consiste la labor que desarrollan. La asociación cuenta con psicólogos, abogados y trabajadores sociales entre sus miembros y todos ellos, además, con la certificación oficial de mediadores profesionales. La labor de estos profesionales no es sencilla, puesto que deben actuar como árbitros imparciales en negociaciones que deben acabar con un acuerdo vinculante que satisfaga a las dos partes en conflicto. "La mediación es una clara alternativa a la vía judicial a la hora de resolver un conflicto que puede ser familiar, laboral o empresarial. A la mediación se llega de forma voluntaria o bien por recomendación de un juez, y los acuerdos que se adopten son vinculantes y tan legales como cualquier sentencia judicial", explicó una de las responsables de la Asociación.
Árbitros
En la mediación se puede tratar cualquier cuestión, desde fijar el régimen de visitas en padres separados, a el pago de arrendamientos o el que el casero no arregle unas goteras. En estos casos, las partes, en vez acudir a los tribunales, se acercan a la mediación que además de más económico acorta los procesos. "Es más económico porque no hay tasas judiciales que pagar y al no tener que esperar a que el juez sentencie, se acortan los plazos. Además el mediador, que es una persona imparcial en todo el proceso, lo que busca es que el acuerdo que se alcance satisfaga a las dos partes". Por lo general, los asuntos se resuelven entre cuatro y seis sesiones de negociación.
La labor del mediador no es sencilla, porque actúa como árbitro en las negociaciones. "Son las partes enfrentadas las que deben establecer los acuerdos a los que deben llegar y el mediador orienta, para facilitar la negociación". Por ese motivo, salvo casos de violencia de género, los mediadores pueden trabajar en cualquier conflicto.
Aclararon que a la mediación se puede llegar bien por propia voluntad de las partes o por recomendación del juez, y que "el acuerdo que se firma en mediación tiene la misma validez jurídica que una sentencia judicial, por eso los acuerdos se firman ante notario, y si se rompe, se puede exigir el cumplimento y elevar el tema a la justicia o proponer de nuevo llegar a una mediación".
Los acuerdos además pueden mejorar, en la medida de lo posible, resoluciones judiciales dictadas por ejemplo en los convenios de reguladores del régimen de visitas en parejas divorciadas. "Puede ser que el juez haya decretado fines de semana alternos, pero por una circunstancia uno de los padres tenga que viajar y no pueda quedarse con sus hijos. Entonces, las partes se pueden sentar y fijar estas casuísticas a través de la mediación".
Sin duda los asuntos que afectan a las relaciones familiares son las más complicadas, por ejemplo cuando no hay entendimiento entre padres e hijos. "Si vienen a la mediación deben saber que ambas partes están en condiciones de opinar, que nadie está por encima de nadie ni en posesión de la verdad, sino que expresen sus posturas y negocien".
Los interesados en recibir información pueden ponerse en contracto con la asociación a través de la dirección de correo electrónico [email protected], visitando la sede en el Edificio Ánfora, segunda planta, o llamando al teléfono 661681915. "En la asociación todo aquel que lo desee puede venir a recibir información y consultarnos. Nuestra intención es darnos a conocer y que sepan que pueden contar con este recurso".
