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La teoría del accidente en la muerte del joven en el 4×4 gana cada vez más peso

melillahoy.cibeles.net fotos 1095 haimito D

La investigación que lleva la muerte del joven de 24 años Haimito D., hallado muerto "semicalcinado" el domingo en el interior de un vehículo todoterreno, sigue buscando explicación al hecho de que el joven no pudiera huir de las llamas del interior de un 4×4 de la marca Huyndai Terracan: si lo forzaron a ello o quedó atrapo accidentalmente. Sin embargo, con el paso de los días, la teoría que cobra cada vez más peso es la que pudo quedar atrapado dentro del vehículo de forma accidental. El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, declaró que este fallecimiento podría tratarse de una "muerte accidental" y en este sentido no cree que sea una muerte violenta. Además subrayó que intentó salir del todoterreno y no lo consiguió.

Esta hipótesis es la que también manejan los vecinos del barrio de las 400 Viviendas de la Constitución, donde residía Haimito D. y en cuyas cercanías perdió la vida, en concreto a la entrada de la Urbanización Mayorazgo.

Así fuentes vecinales apuntaron que podría haber existido un intento voluntario de prender el vehículo propiedad de un amigo con no se sabe qué intenciones, pero la deflagración le sorprendió y le quemó cara y manos hasta el punto de que perdió el campo de visión momentáneamente y por ello no pudo escapar de las llamas.

Para sostener esta afirmación, apuntan que le fue encontrada la llave en el bolsillo. "Entró en el 4×4 y no metió la llave en el contacto, sino en el bolsillo y los vehículo como esos, pasados unos minutos se bloquean solos" indicaron, lo que habría motivado las "patadas" que dio en uno de los cristales para intentar huir del fuego y el humo.

El hecho de que la autopsia revele que falleció por inhalación de humo se debe, explicaron, a que "por lo general en los incendios la gente muere asfixiada por el humo antes que por las llamas".

Haimito D., apodado "El Garbanzo", residía en las 400 Viviendas del barrio de La Constitución y su profesión era la de "repartidor de butano". Estaba soltero y sin hijos.

Su entierro se ha producido en el Cementerio Musulmán de Melilla, donde familiares y amigos le dieron su último adiós.

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Redacción

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