El conflicto en torno a los centros de menores gestionados por VIAS se recrudecía con retos varios por parte del consejero de Bienestar Social, el cepemista Abdelhamid Mohamed y, en nombre de la Plataforma por la Defensa de los Derechos del Niño (Prodein), por parte de la UPM. Mientras Mohamed retaba a Prodein a hacerse cargo de la gestión de un centro, los upemistas pedían al consejero que explicase las cuentas de las subvenciones recibidas por VIAS.
El PP veía una posible vía de financiación irregular del PIM (Partido Independiente de Melilla) de Enrique Palacios, por el hecho de que la Ciudad había destinado 236 millones de pesetas a artículos publicitarios por encima de su valor real.
En Fitur Melilla promocionaba la gastronomía local.
