No pudo prolongar su buena dinámica de resultados la U.D. Melilla, cediendo ayer la primera derrota ante el Lucena C.F. por 2-1, tras once partidos sin perder y cinco victorias consecutivas. El cuadro entrenado por Fernando Currás vio truncada su progresión en el Ciudad de Lucena a manos de un conjunto local muy efectivo y que supo materializar las escasas oportunidades de las que dispuso. Los de Fernando Currás firmaron unos magníficos cuarenta y cinco minutos, disfrutando de hasta tres ocasiones claras de gol. Sólo faltó concretar y el duelo podría haber cambiado. Los melillenses, dominadores en el primer tiempo, fueron a remolque en la segunda mitad. Sergio Torres desequilibró el 1-1 con un soberbio gol tras ejecutar de forma magistral un libre directo. Antes, Mahanan había neutralizado el 1-0 logrado por Domingo.
Salió el Melilla muy intenso al Ciudad de Lucena. Líneas adelantadas, presión asfixiante y ocasiones claras de gol, hasta tres fueron la tónica de un primer tiempo de claro color melillense.
Tardaron poco los melillenses en asomarse por las inmediaciones de Javi López. Apenas se habían disputado once minutos de juego cuando Koeman estrelló un cabezazo contra el travesaño, tras un centro medido de Nacho Aznar. El gol parecía cantado, puesto que el meta aracelitano estaba completamente desubicado.
Esta acción inicial reforzó al Melilla, que siguió desplegando su fútbol de toque y ahogando la salida del balón de los celestes. El Lucena apenas se acercaba por zona peligrosa, abusando del pase horizontal en el centro del campo y beneficiando así a la defensa azulina. Volvieron a la carga los de Fernando Currás en el minuto 20. Manolo asistió a Pedro Conde y éste, en inmejorable posición, remató flojito a los guantes de Javi López. Y unos instantes después fue un centro de Koeman, que rebotó en el defensor Domingo, el que estuvo cerca de desembocar en el 0-1. Asediaba el Melilla, pero no encontraba el camino del gol.
El equipo de Sefi estaba agazapado, aunque cerca estuvo de hacer daño en un remate de Maxi Sepúlveda que se perdió por encima del travesaño. El canterano del Rácing de Santander se aprovechó de una falta de entendimiento entre Mahanan y Álvaro para generar incertidumbre.
La réplica melillense casi se convierte en gol, pero la combinación entre Pedro Conde y Nacho Aznar tampoco acabó alojándose en las mallas. El cuero se perdió fuera de portería tras lamer el poste.
Fue la última aproximación manifiesta de los unionistas en un primer tiempo en el que merecieron mayor premio al asueto. Antes del entretiempo, Santacruz ejecutó una falta a ras de suelo para poner punto y final a la primera mitad.
Cambió por completo el decorado del partido tras el paso por vestuarios. Si en el primer tiempo el Melilla había logrado mantener con su presión alta al rival en su parcela, en el segundo tiempo el Lucena se desmelenó e invirtió los papeles. Los cordobeses empezaron a merodear con peligro la zona de peligro de la Unión Deportiva. Toni Conejo abrió las hostilidades con un cabezazo que se marchó lamiendo el palo. A renglón seguido llegaría el 1-0. Servicio desde la esquina favorable a los locales, Álvaro mide mal la salida y Domingo, que sigue en idilio con el gol, estableció el 1-0.
Primer acercamiento peligroso de los lucentinos y gol. Los de Sefi rentabilizaban al máximo sus aproximaciones. Sin embargo, poco le duró la alegría al cuadro local. Javi López hizo lo propio en un saque de esquina posterior, y Mahanan sólo tuvo que empujar con la cabeza el 1-1, neutralizando así la ventaja de los aracelitanos. Había hecho lo más complicado el Melilla, empatar el partido a los pocos segundos.
El duelo entró en una fase de idas y venidas, donde ninguno de los dos quería dar su brazo a torcer. El Lucena, no obstante, se había apoderado ya del balón y seguía inquietando cada vez que se asomaba por el área melillense. El tanto de la victoria, sin embargo, iba a llegar de nuevo en una acción a pelota parada. Sergio Torres, el jugador más destacado de los celestes, se sacó de la chistera un lanzamiento de falta ante el que nada pudo hacer Álvaro. Torres botó una falta desde el balcón del área que, después de golpear en la madera, se alojó en las mallas significando el 2-1 que a la postre sería decisivo.
Quiso reaccionar el Melilla con el marcador adverso, pero esta vez el Lucena supo cerrar todos los espacios al cuadro melillense, conservando los tres puntos y rompiendo la buena racha de los azulinos.
