El fútbol local pasa por momentos difíciles y es momento de reflexionar para buscar soluciones inmediatas para cortar de raíz las agresiones verbales, las amenazas y los comportamientos violentos que están sufriendo árbitros y deportistas en edades de formación.
El fútbol local pasa por momentos difíciles y es momento de reflexionar para buscar soluciones inmediatas para cortar de raíz las agresiones verbales, las amenazas y los comportamientos violentos que están sufriendo árbitros y deportistas en edades de formación.
El sindicato de árbitros del fútbol español así lo viene denunciando de forma continua en su página web y no es la primera vez que informa de sucesos tan lamentables en las competiciones de nuestra ciudad. Así lo recoge en su último articulo, titulado: "La demagogia del perdón", en el que explica lo sucedido en un partido disputado en el Campo de La Espiguera. El artículo en cuestión no tiene ningún tipo de desperdicio y se puede consultar en el siguiente enlace: https://sindicatodearbitros.wordpress.com/2015/01/31/la-demagogia-del-perdon/
Los últimos graves incidentes ocurrieron el domingo día 25 de enero, en un partido de Liga de categoría Juvenil, entre los equipos de la Peña Real Madrid y del Gimnástico Melilla. El acta del encuentro relata que todo comenzó cuando uno de los jugadores de la Peña fue expulsado por agredir a un adversario, "propinándole un manotazo en la cara sin estar el balón en juego".
Los lamentables incidentes continuaron también fuera del terreno de juego. Así, tras haber sido expulsado el jugador de la Peña Real Madrid y mientras se marchaba en dirección a los vestuarios se dirigió a uno de los auxiliares del árbitro en los siguientes términos: “Sois todos unos hijos de puta, come pollas de árbitros, os tienen que matar”, gritaba el joven.
Además, a la conclusión del primer tiempo y ya en el vestuario, el jugador se acercó a la caseta arbitral para disculparse por su actitud, disculpas que fueron aceptadas por el árbitro y sus auxiliares. Sin embargo, el asistente número uno le pidió al jugador que abandonara el vestuario de inmediato, y de nuevo el personaje amenazó a los colegiados en los siguientes términos: "Nos vemos en la calle y os vamos a romper el culo".
No es un hecho aislado porque incidentes de este tipo se vienen repitiendo desde hace ya tiempo y vienen a demostrar que se está jugando con fuego. Un día ocurrirá una desgracia y será tarde para lamentase si no se han tomado las oportunas medidas.
Está claro que hace falta protección policial en los distintos campos, pero el sindicato de árbitros del fútbol apuesta también por sanciones formativas y proyectos contra la violencia por parte de las federaciones y comités competentes, pero lamenta que tras ser impuesta una dura sanción a cualquier jugador violento "éste regresará de nuevo a los terrenos de juego e imaginamos que su mala educación seguirá siendo la misma". De igual modo, el sindicato cree que la sanción puede doler al jugador, "pero lo importante en un adolescente no debe ser el castigo, nosotros apostamos por la educación".
