El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, negó ayer que Ceuta y Melilla sean una “cantera de terroristas” por haber sido escenario en los últimos meses de varias operaciones de la Policía Nacional y la Guardia Civil contra el yihadismo. En una entrevista publicada ayer en el Diario de Navarra, el ministro reconocía que “los datos, efectivamente, están ahí”, aunque los atribuyó al hecho de que las dos ciudades autónomas son frontera con Marruecos. El ministro subrayó que el país vecino “tiene a muchos terroristas desplazados y muchos retornados, bastantes de los cuales provienen de ciudades cercanas como Nador o Castillejos”.
“Hay células, por tanto que operan a los dos lados de la frontera. Y, además, es evidente que Estado Islámico o Al Qaeda están interesados en introducirse en Europa, y Ceuta y Melilla son el único espacio Schengen en África”, explicó el ministro. Sin embargo, pese a todo, insistió en que no se puede decir que las dos ciudades sean “cantera de terroristas”.
Respecto al papel que está ejerciendo Marruecos, Fernández Díaz destacó que este país y España están “absolutamente unidos en la lucha contra el terrorismo radical”. “Quizás lo que haya cambiado es que ambas partes hemos entendido que la estabilidad de Marruecos es estratégica para España y viceversa, también en la batalla contra el yihadismo. La cooperación con Rabat en esa lucha es extraordinaria. No solo compartimos información sino que hacemos operaciones conjuntas a los dos lados de la frontera”, afirmó.
Radicalización en la cárcel
Asimismo, respecto al hecho de que las cárceles puedan ser un foco de radicalismo, el ministro dijo que los detenidos que están en prisión “están muy controlados”. “Tenemos un plan contra la radicalización muy efectivo. En las cárceles tenemos bajo estricta vigilancia a 140 presos para evitar su radicalización, va desde terroristas condenados, adoctrinadores a reclusos que pueden ser radicalizados. Desde que se implantó ese programa hemos tenido bajo vigilancia a 1.100 internos”.
