La Asociación de Empresarios de Hostelería, acusaba al concejal de Festejos y Cultura, Amalio Jiménez, del PNM, de discriminar a los hosteleros locales en beneficio de los foráneos. Como ejemplo de esta actitud, denunciaba la AEH, que ese año la explotación del ambigú de la carpa de Carnaval se había concedido pro 150.000 pesetas a un empresario peninsular, mientras que el año anterior se adjudicó a uno de Melilla por 800.000 pesetas.
El PSME se enfrentaba ese día a una de las asambleas más polémicas e importantes de cuantas se habían celebrado hasta el momento. Se trataba de designar al cabeza de lista a las elecciones de mayo y que contaba con dos candidatos claro: Alberto Paz y Juan Lorenzo Olivares.