El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, estaba ayer en Ceuta cuando se dio a conocer el auto del Tribunal Supremo, por el que se acuerda la apertura de un procedimiento para investigar la supuesta responsabilidad del también senador melillense en un presunto delito de prevaricación por la contratación de un abogado externo por 357.000 euros en 2001. Imbroda reconoció que no está “encantado” por esto, aunque sí “satisfecho” porque podrá dar su versión ante un juez. “Por fin podré hablar y me podrán escuchar, porque hasta ahora no me han dejado hablar ni me han escuchado”, dijo en alusión a la negativa del Juzgado de Instrucción número 2 a sus peticiones para personarse en este caso. Imbroda dijo estar “la mar de tranquilo”, e incluso aseguró que está “deseando” que el Tribunal Supremo fije día y hora para acudir a prestar declaración. Más tarde, a través de Twitter, insistió en esta misma idea: “Deseando ir a Supremo para contestar a todo lo que quieran. Conciencia muy tranquila”. Hay que recordar que el pasado verano, cuando este caso salió a la luz pública con la imputación de varios miembros de la Ciudad Autónoma, el presidente melillense también se manifestó en este sentido, afirmando que tenía “cero preocupación” ante este caso.
Como ya hizo entonces, Imbroda volvió a explicar ayer ante los medios lo que le ha causado este problema judicial: “Es un pago de una minuta de un abogado que ha trabajado y ha cumplido”, dijo Imbroda antes de asegurar que “[la contratación del abogado] tenía todas las bendiciones legales”. La factura fue pagada en 2006 con una rebaja del 50 por ciento del precio de tarifa.
“Nadie me advirtió a mí nunca, ningún técnico ni ningún interventor, de que eso era irregular”, manifestó el presidente melillense. Además, afirmó que “abogados se han contratado a decenas”, un argumento que ya esgrimió en verano ante la prensa, recordando que todas las administraciones públicas, incluida la del Estado, ha recurrido a abogados externos en casos como, por ejemplo, el Prestige o el Odyssey, aun teniendo la Abogacía del Estado.
“Mi versión es la verdad”
Por todo ello, Imbroda admitió ayer que no entiende lo ocurrido, aunque reiteró su tranquilidad y disposición desde ese mismo momento para ir al Supremo. “Cuanto antes me llamen mejor, Yo voy a dar mi versión, que es la que tengo, y la que tengo es la verdad”, aseveró de manera rotunda. Además, también aclaró que no tiene nada que ver “en esta historia” ni tampoco tiene “ningún sentimiento de que se haya conculcado una ley”.
Otra de las cosas que subrayó ayer es que él no ha sacado provecho de la contratación del abogado. “No me he llevado un duro, como siempre”, apuntó Imbroda, y agregó que en este asunto “no hay mala fe, no hay dolo ni intención de engañar”.
Asimismo, afirmó que en este país hay que ir separando lo que es el enriquecimiento ilícito de lo que son las normas administrativas porque corrupción es el que se lo lleva caliente. Los ciudadanos sí lo distinguen y eso hay que dejarlo claro para que no haya confusiones”.
