La denuncia contra el capitán jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Melilla, con número de identificación F84308G, por la presunta comisión de un delito contra la integridad moral de los miembros de la Junta Directiva del Campo de Golf de Melilla, sigue su curso y esta semana ha escrito un nuevo capítulo. Por turno de reparto, le ha correspondido al Juzgado de Instrucción número 4. Asimismo se está tramitando pendiente de la ratificación de los denunciantes, algo que como ya han avanzado, harán en cuanto se les llame a declarar ante el Juzgado. La misma situación se repite con el cabo de la Guardia Civil que ha instruido las diligencias número 2015-10083-000003, denunciado igualmente por la presunta comisión de un delito contra la integridad moral de las personas, tipificado en el artículo 176 del Código Penal.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 será el que lleve esta causa después de haberle tocado en el turno de reparto que realizan los juzgados de nuestra ciudad entre las denuncias que se presentan.
La querella presentada por los que fueran cinco miembros de la Junta Directiva de la sociedad deportiva sin ánimo de lucro Club Campo de Golf Ciudad Autónoma de Melilla, dos de ellos dimisionarios hace meses, se está tramitando pendiente de ratificación de los denunciantes. Un trámite que se puede dar por hecho porque los querellantes contra el capitán de la Policía Judicial de la Guarda Civil que dio la orden de fotografiar a estas personas y tomarles las huellas a pesar de no estar en calidad de detenidos, algo que prohíbe la legislación española, van a ratificar su denuncia en cuanto sean llamados para ello desde el Juzgado número 4.
Humillante y vejatorio
Las cinco primeras denuncias presentadas contra el capitán de la Guardia Civil evidencian "un daño totalmente injustificado a la integridad moral y a la dignidad, provocado, a sabiendas de su innecesariedad, una situación humillante y vejatoria hacia las personas", personas que, previamente citados, acudieron a declarar, que en ningún caso lo hicieron en calidad de detenidos y a los que se sometió a una práctica exclusivamente prevista, como este periódico ha tenido ocasión de comprobar en fuentes judiciales, para detenidos, como es la recogida forzada de huellas dactilográficas y toma de fotografías desde distintos ángulos.
Con el agravante de que todos los vejados advirtieron previamente a los que realizaron tal "reseña" sobre la ilegalidad de lo que estaban haciendo, recibiendo la respuesta de que era una orden de su jefe, en algunos casos, o del juez, en otros.
El objetivo de esta denuncia es igualmente poner fin a una sucesión de hechos y abusos protagonizados desde la jefatura de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Melilla, con el agravante de su filtración previa a un partido político cuyo objetivo es "reventar al Gobierno", como indican distintas fuentes a este periódico, e intentar aterrorizar a los técnicos y funcionarios de la administración pública local a base de denuncias incesantes, como las que han realizado contra el Campo de Golf de Melilla, sin base alguna.
