La valla de Melilla sufrió ayer un nuevo intento de entrada masiva de inmigrantes, el primero después de la redada que la semana pasada llevaron a cabo las autoridades marroquíes en los campamentos próximos del monte Gurugú. Según informó la Delegación del Gobierno, en total fueron unos cien los que intentaron llegar a Melilla de forma clandestina a las 6.40 horas por la zona próxima al puesto fronterizo de Barrio Chino, que fue cerrado durante varias horas.
En total entraron en nuestra ciudad 35 inmigrantes, mientras una quincena permaneció encaramada durante más de cinco horas, hasta que finalmente desistieron por el frío y la lluvia. Todos quedaron en manos de las autoridades marroquíes. Los que sí consiguieron entrar en Melilla llegaron al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) escoltados por la Policía Nacional por la Carretera Alfonso XIII. En el CETI, a diferencia de otras veces, no fueron recibidos entre gritos de alegría y victoria por sus compatriotas en la puerta, posiblemente porque no se percataron de que se había producido un intento de entrada, dado que más tarde sí se pudieron escuchar las señales de júbilo en el interior.
Las malas condiciones meteorológicas impidieron que el helicóptero saliera ayer a sobrevolar el perímetro fronterizo como en otras ocasiones.
No hubo heridos entre los inmigrantes, aunque cinco fueron trasladados al Hospital Comarcal para realizarles radiografías por contusiones leves en las extremidades y dolor costal.
