Víctor Manuel Ramírez, de la empresa Eulen, ha enviado una carta a nuestro periódico en la que narra, de manera sencilla y dramática, la "humillante experiencia", sufrida durante su detención por la UCO de la Guardia Civil de Melilla el pasado martes, Humillación producida por un cabo de la citada unidad. El "mal trato psicológico" y la "humillación" que sufrió Víctor Manuel Ramírez por parte del cabo le "hicieron sentir degradado", y más cuando el cabo explicó (aunque parezca difícil entender cómo se puede llegar a tal nivel de perversidad policial) que "yo soy de derechas, lo que no puedo es con la corrupción del Imbroda". Lo que narra Víctor Manuel Ramírez, como lo que cuentan tantas decenas de ciudadanos melillenses humillados por la UCO melillense, aunque el trato de algunos de sus miembros haya sido irreprochable, es absolutamente insoportable en una sociedad democrática del siglo XXI. El daño que se le ha hecho a muchos melillenses inocentes, aunque muchos, atenazados por el temor, no se atrevan a hacer públicos sus sentimientos, es inmenso e irreparable, como dice nuestro editor en su Carta de hoy, como lo es el daño a toda Melilla. Y que algunos miembros de la UCO manifiesten a sus detenidos, en el transcurso de sus detenciones y diligencias, cosas como ese inaceptable, para un miembro de la seguridad del Estado, "lo que no puedo es con la corrupción de Imbroda" o " ni se te ocurra hablar con tu jefe sobre lo que te he preguntado", da idea de hasta qué nivel de falta de seguridad hemos llegado y hasta qué punto los melillense padecemos una unidad de la Guardia Civil en la que algunos de sus miembros, politizados, no persiguen a los posibles autores de delitos, sino la destrucción de un gobierno, elegido por los melillenses, que "no pueden soportar". A continuación podrán leer la carta literal e íntegra remitida por Víctor Manuel Ramírez Martínez.
