Hasta la Jefatura Superior de Policía de Melilla y los puestos fronterizos terrestres, marítimos y aéreos de nuestra ciudad ha llegado también el aviso que hace unos días lanzó la Dirección General de la Policía a las comisarías generales y jefaturas superiores sobre la noticia de un posible robo de pasaportes sirios en blanco por el Estado Islámico. Ante la posibilidad de que pudieran ser utilizados por presuntos terroristas yihadistas, Interior ha emitido esta alerta dirigida a todas las plantillas de demarcación de la Policía, especialmente todas las brigadas provinciales y locales de extranjería y fronteras y puestos fronterizos. Fuentes policiales han confirmado a MELILLA HOY de que este aviso también se ha dado en nuestra ciudad, de modo que hay cierta alerta en este sentido. En la circular se explica que la Comisaría General de Extranjería y Fronteras ha tenido conocimiento de que el Estado Islámico y el grupo vinculado "Jabhat al Nusra" podría haber robado 1.452 pasaportes sirios originales en blanco de la oficina de expedición de pasaportes de la provincia de Rakka, en Siria.
Esta información, sin confirmación oficial, fue transmitida por el Agregado de Interior de España en Turquía, según el cual se habría producido un robo similar en las oficinas de expedición de 2.348 pasaportes de la provincia de Deir er Zur. Es decir, 3.800 pasaportes en blanco que pudieran ser vendidos por 2.500 dólares a integrantes de organizaciones radicales para que sus miembros puedan viajar al extranjero.
Según fuentes policiales, se trata de "pasaportes buenos que pueden ser usados por las mafias" y que obligan a la Policía a hilar muy fino en la labor de identificación en los pasos fronterizos de Melilla, donde "cada día están entrando inmigrantes sirios" para pedir protección internacional en las oficinas habilitadas al efecto.
La frontera de Melilla
Las mismas fuentes insisten en que Melilla "tiene un problema muy grave" en sus fronteras, donde "se ha magnificado mucho" el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos del Estado en los últimos años debido a la presión migratoria y al terrorismo internacional. Por eso insisten en la necesidad de que los agentes cuenten con medios para hacer "un trabajo tan serio", máxime en una frontera que es la única terrestre exterior de la Unión Europea con un país que no es territorio Schengen.
