Diego, el policía nacional herido en la frontera de Beni-Enzar el pasado 9 de febrero, durante una avalancha de porteadores, después de que fuera agredido por desconocidos al ir auxiliar a tres ancianas que quedaron atrapadas en la cola, ha hablado por primera vez. Lo ha hecho con el periódico 'El Ideal de Granada', ciudad a donde fue trasladado en helicóptero desde Melilla para ser tratado por una especialista maxilofacial. Diego ha manifestado que "no he perdido el ojo de milagro y tampoco he sufrido traumatismo craneoencefálico, me han tenido que operar de la cara, me han hecho cuatro intervenciones en una. He perdido, de momento, un nervio de la cara, pero la cosa habría podido ser mucho peor", ha contado desde su habitación del hospital granadino. El agente, de 49 años, casado y padre de dos jóvenes, admite que haber mejorado notablemente su estado de salud tiene una 'culpable': la cirujana maxilofacial Adoración Martínez. "No sé qué hubiera pasado si no hubiera caído en manos de esta profesional, porque la cosa no era fácil" ha manifestado.
El Ideal de Granada señala que al policía nacional "un energúmeno le estampó una caja llena de botellas de cristal en la cara" en tierra de nadie. "Las mujeres porteadoras que hacían una larga cola en suelo marroquí rompieron el sitio de cada una de ellas y comenzaron a adelantarse. Tres ancianas que se ganan la vida de esta forma quedaron atrapadas y acudimos en su auxilio. Al mismo tiempo vi a un compañero a quien habían rodeado en ese espacio de Tierra de Nadie donde suelen haber muchos maleantes que habitan ahí. Acudí en su auxilio y de repente me encontré con el golpe. Caí inconsciente y me desperté pasado un tiempo" recoge el rotativo.
Diego, granadino que lleva en la Policía Nacional desde hace 27 años, fue atendido primero en el hospital melillense y al día siguiente trasladado a Granada. "Desde un principio el sindicato policial CEP ha estado apoyándome -su secretario en Granada, Juan Justicia, estaba en la habitación cuando El Ideal le realizó la entrevista-, pero le tengo que agradecer al jefe superior de policía de Andalucía Oriental, Francisco Arrebola, las gestiones que hizo para que me pudieran trasladar en helicóptero a Granada. Y por supuesto al jefe superior de Melilla también".
El herido ha reconocido que "he visto a compañeros en situaciones muy complicadas a lo largo de mi carrera profesional, pero nunca había pasado por una situación como la vivida en la frontera de Melilla". El periódico granadino ha señalado que Diego forma parte de una unidad de intervención policial, UIP, y lleva 25 años bajando a la frontera para efectuar servicios policiales en Melilla y en algunas otras ocasiones en Ceuta. "La suerte es que lo puedo contar, que estoy vivo y que puedo seguir disfrutando de mi familia y amigos" ha admitido, para añadir que "no he podido responder a todos porque ni siquiera podía hablar, pero les agradezco que se hayan acordado de mí".
El Ideal de Granada ha subrayado que lo difícil ahora es encontrar al autor de los hechos, "un fijo de esa tierra de nadie", una zona que debería ser neutral y que no obstante controlan las fuerzas marroquíes que, como denuncian los sindicatos policiales, permiten las aglomeraciones de personas en la misma.
