Esta es la carta que Enrique Bohórquez, presidente de la sociedad deportiva Club Campo de Golf Ciudad Autónoma de Melilla, envió el 3 de marzo al Consejero de Deportes de la Ciudad Autónoma de Melilla, Miguel Marín, y en la que, con fecha 20 de marzo, renunciaba a seguir llevando la gerencia del campo de golf, explicando las razones por las cuales la Junta Directiva del Club había llegado a tomar tal decisión.
D. Miguel Marín Cobos
Consejero de Deportes de la CAM
Melilla, 3 de marzo de 2015
Estimado Consejero
El 1 de junio del año 2008 el por entonces Consejero de Deportes y Juventud, D. Francisco Robles Ferrón, firmó un acuerdo de un año con la Federación Melillense de Golf, por entonces presidida por D. Miguel Fuentes, por el que la Ciudad Autónoma de Melilla abonaba a la Federación la cantidad de 360.000 euros (trescientos sesenta mil euros) por gerenciar el campo de golf de Melilla. Terminado ese año, y ante los informes de los técnicos sobre la mala gestión del campo llevada a cabo por la Federación, la Consejería de Deportes toma la decisión de llevar directamente la gestión del campo, excluyendo el mantenimiento del césped, contratando parte de esa gestión, fundamentalmente los gastos de personal, con distintas empresas privadas. El coste de esta gestión seguía siendo el mismo, unos 360.000 euros anuales y el resultado seguía siendo insatisfactorio.
Posteriormente el Consejero de Deportes se dirigió a mí, que había constituido un Club Deportivo sin ánimo de lucro, interesándose por la posibilidad de que el Club llevara la gestión (no el mantenimiento del césped) del campo de golf, y el 22 de febrero de 2010 se firmó un Convenio de Colaboración por un período de seis meses y por la cantidad de 110.000 euros. El club se hizo cargo de las personas que estaban trabajando ya para la gestión e inició su actividad. El acuerdo semestral se convierte en anual y es renovado anualmente, previa exhaustiva justificación y aprobación anual del empleo dado a los 220.000 euros aportados por la Ciudad Autónoma (140.000 euros menos de lo que estaba aportando antes del Convenio).
En ese período de algo menos de cinco años se ha logrado algo que, al principio, parecía imposible: que el campo de golf se abriera y que los melillenses pudieran jugar en él con normalidad. En ese período se ha pasado de menos de 40 federados en Melilla a más de 330, la única Federación de España que ha crecido en el número de federados, en una época de crisis. Se ha dado clases a centenares de niños. Se ha acogido a miles de jóvenes, que han hecho prácticas de golf provenientes de los colegios y de los diferentes campamentos de verano. Se ha llevado material de golf a todos los colegios de Melilla que lo han solicitado. Se han organizado decenas de campeonatos con otros clubs, en los que Melilla empezó perdiendo todos y terminó ganando también todos. Se ha hecho posible que, con precios populares, todas las clases económicas de Melilla pudieran jugar en el campo, como era el objetivo principal del convenio (no la aplicación ciega de tasa alguna). Se ha conseguido que muchos jubilados encuentren, según ellos mismos declaran, un objetivo deportivo a sus días. Se ha logrado que la Ciudad Autónoma ingrese, en concepto de green fees lo que nunca había ingresado y, por cierto, diez veces más de lo que ahora se está ingresando aplicando a rajatabla unas ordenanzas que regulan las tasas, que están anticuadas y, en el caso del golf, extraordinariamente mal hechas (los ingresos hechos a la Ciudad Autónoma por green fees, dicho sea como ejemplo, fueron de 3.900 euros en los primeros tres meses de 2014, mientras que en el trimestre que va desde diciembre de 2014 hasta finales de febrero de 2015, cuando se empezaron a aplicar "las tasas", sólo han sido de 360 euros).
Esto, señor Consejero, es sólo un pequeño resumen del infinito trabajo y los enormes logros que un equipo humano, con la excepción del primer gerente, que heredamos, ha conseguido, a base de esfuerzo, dedicación y entusiasmo.
Ahora todo esto ha terminado. La situación política, la suciedad de unos políticos que intentar lograr en el juzgado -vía denuncias incesantes e infundadas, acompañadas por una delirante investigación de unos determinados guardias civiles- lo que no consiguen en las urnas, han llevado a una lamentable paralización de la administración pública que no nos deja otra salida más que la de renunciar a cualquier tipo de convenio con quien no tiene medios efectivos para pagar lo que acuerda. De manera que con fecha 20 de marzo de 2015 damos por terminado nuestro acuerdo y renunciamos a seguir llevando la gerencia del campo.
Pedimos a la Consejería que usted dirige, porque nos parece de justicia mínima, que nos abone lo que habremos pagado al personal laboral y otros gastos inevitables durante este año y hasta el 20 de marzo (como saben, los directivos no hemos cobrado ni un euro, ni antes, ni nunca). En los próximos días le haremos llegar la cantidad a la que asciende esa deuda contraída.
Aprovechamos la ocasión para agradecerle toda la ayuda que durante estos años ha prestado al golf local y para desearle éxito en el futuro.
Atentamente
Presidente, en nombre de la Junta Directiva del Club Campo de Golf Ciudad Autónoma de Melilla
