Increíbles diligencias, nada diligentes, muy bolivarianas, muy del Gran Hermano de Orwell, muy de la checa staliniana, muy cerca de la falsedad en documento público (que en su momento denunciaremos) de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Melilla, dirigida por el capitán Sergio Rodríguez, con la colaboración del cabo Salvador Vargas Oliva, "Bori"
"Que algo continúe para que mucho cambie". Así empecé yo mi Carta del Editor del domingo 11 de mayo de 2011, una semana antes de las últimas elecciones locales de hace casi cuatro años, que terminaron con la victoria y la mayoría absoluta del PP, presidido por Juan José Imbroda.
Empezaba mi Carta de entonces con un recuerdo al conde De Lampedusa y su celebérrima frase de que todo cambie para que todo continúe, y le daba la vuelta a la frase: que algo continúe, para que mucho cambie, el titular de mi Carta de hace poco más de cuatro años. Lo que pedía es que continuara la mayoría absoluta del PP, razonando que eso me parecía lo mejor para Melilla "tanto si se mira desde la óptica pesimista de que Imbroda y su partido son lo menos malo, como si se contempla desde la perspectiva optimista de que son lo mejor, porque en este caso se puede aplicar con toda propiedad la más brillante de todas las muchas frases brillantes de Churchill, aquello de que la democracia es el menos malo de todos los sistemas políticos conocidos, o sea, el mejor".
Así que recomendaba yo entonces que "algo continúe", pero añadía al titular de mi Carta "para que mucho cambie" y decía, literalmente " Porque quiero hacer público, aquí y ahora, mi compromiso formal de apoyar profundos cambios en la gestión política melillense que contribuyan a lograr el desarrollo y la prosperidad que la ciudad y sus ciudadanos se merecen. Y quiero dejar claro que mi apoyo a Imbroda y a su partido no se basan en una coincidencia ideológica, sino en el compromiso que el mismo Imbroda y otros dirigentes del PP tienen contraído, conmigo y con el periódico, de afrontar esos profundos cambios en la gobernación que Melilla desea y necesita. Y quiero dejar también muy claro que ni quiero ni necesito cargo público alguno, y que lo que Velázquez y sus esclavos morales y resentidos divulgan no son sino burdas falsedades, unas mentiras más entre muchas mentiras y calumnias. Lo que quiero es una Melilla mejor para el conjunto de sus ciudadanos, sin excepción, una Melilla viva y con ilusión, en la que se note el profundo y necesario cambio que muchos de sus ciudadanos desean y que (conviertan) a Melilla en la ciudad en la que queremos seguir viviendo y en la que pretendemos que vivir sea más un placer que un sufrimiento".
Las increíbles diligencias, nada diligentes, muy bolivarianas, muy del Gran Hermano de Orwell, muy de la checa staliniana, muy cerca de la falsedad en documento público (que en su momento denunciaremos) que la Policía Judicial de la Guardia Civil de Melilla, dirigida por el capitán Sergio Rodríguez, con la colaboración del cabo Salvador Vargas Oliva, "Bori", han incluido párrafos de esa Carta del Editor que escribí el 15 de mayo de 2011. Y destacan, subrayando y con mayúsculas, el párrafo en el que decía que "mi APOYO a Juan José Imbroda y a su partido no se basan en una coincidencia ideológica, SINO EN EL COMPROMISO QUE EL MISMO IMBRODA Y OTROS DIRIGENTES DEL PP TIENEN CONTRAÍDO CONMIGO y con el periódico, de afrontar esos profundos cambios en la gobernación que Melilla desea y necesita". Para cualquier persona normal, que sepa leer y que persiga la justicia y la verdad, está claro que lo que yo apoyo son los profundos cambios en la gobernación que Melilla necesita y son esos cambios los que Imbroda y otros dirigentes del PP nos habían prometido al periódico y a mí. Pero para los diligentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil la conclusión es otra, completamente distinta, absolutamente falsa y malintencionada: "el apoyo al PP de Enrique Bohórquez es por el compromiso que el presidente de la CAM (Juan José Imbroda) y otros dirigentes del PP tienen contraído con Enrique Bohórquez y su periódico, como si hubiera un pacto contractual de los dirigentes políticos con esta persona y su diario".
He omitido las faltas de ortografía de las "diligencias", pero, ¿se puede ser más malo y más falso? ¿Nos están acusando, a base de falsear, tergiversar, subrayar y mayuscular, a Imbroda, otros dirigentes del PP y a mí, de tener "un pacto contractual", lo que sería un delito? ¿No serán ellos los que cometen delito, acusando falsamente y mintiendo en documento público?
Pero, en fin, aquí y hoy lo importante es que el profundo cambio por el que nosotros y muchos otros melillenses apoyamos y votamos al PP hace cuatro años es tristemente evidente que no se ha producido y nada, o casi nada, ha cambiado en estos últimos cuatro años. O, para decirlo con más propiedad, algunas cosas, pocas, han mejorado, y otras, muchas, han empeorado, hasta llegar a una situación de parálisis administrativa que, en una ciudad como la nuestra, es mortal. Parálisis provocada por organizaciones políticas, policiales, sociales, etc, de claro tinte mafioso, con un objetivo primordial, destruir al PP local vía la paralización administrativa, algo que, es triste reconocerlo, han conseguido. Parálisis que no se solucionará si no se afronta, de una maldita vez, el radical cambio en la estructura administrativa que Melilla necesita. No para vivir mejor, sino simplemente para sobrevivir.
Posdata: Algo que sigue sin cambiar es que Julio Liarte sigue siendo un político tan increíblemente tonto, obseso y fatuo como siempre.
Otra: Como ya dije en una Carta anterior, Juan José Imbroda será el candidato del PP local en las elecciones de mayo. El único presidente de un partido político local condenado sigue siendo Ignacio Velázquez, que preside el partido que inicia casi todas las denuncias que originan el acoso político-judicial contra los ciudadanos melillenses.
PIE DE FOTO:
¿Recuerdan al falso traductor para sordos del homenaje a Mandela…? Pues parece que ha trabajado para el capitán de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Melilla
FRASE:
Increíbles diligencias, nada diligentes, muy bolivarianas, muy del Gran Hermano de Orwell, muy de la checa staliniana, muy cerca de la falsedad en documento público (que en su momento denunciaremos) de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Melilla, dirigida por el capitán Sergio Rodríguez, con la colaboración del cabo Salvador Vargas Oliva, "Bori"
