Los pasados doce meses fueron alrededor de 40.000 las personas que acudieron a las 122 funciones que generaron 81 eventos, de los que 33 fueron representaciones teatrales, 26 de música, cuatro de danza y 17 de actividades variadas. Son muchos los que consideran que el conjunto de todas las formas y expresiones de una sociedad determinada, así como los modos de vida y costumbres, conocimientos o grados de desarrollo artístico o científico, se puede considerar Cultura, que es además una manera de caminar por el mundo y explorar la vida, el presente y el pasado de una determinada comunidad. La Cultura como producción intelectual, creada en multitud de ocasiones por las capas populares de la sociedad, es un índice del grado de educación, civismo, tolerancia e incluso del nivel económico de las sociedades y pueblos.
Pero entre la multitud de facetas artísticas que en Melilla cuentan con el favor del publico melillense destaca con brillo propio el teatro. No hay que ser visionario, ni tener un coeficiente mental superelevado para saber que la respuesta del público melillense a las actividades programadas y ofrecidas por la consejera de Cultura, Simi Chocrón, se decanta por las obras teatrales, aunque también ha sabido captar el interés local por la gastronomía, el cine, la fotografía, la pintura y por la música que es otra de las ramas del arte que cuenta con más adeptos en la ciudad.
Simi Chocrón, en el marco de su labor como gestora cultural y en base a un análisis de la demanda artística y teniendo en cuenta la presencia en Melilla de numerosos grupos teatrales como son los casos de Tallaví, Concord, Arrabal, Bombalurina o Mirrolde, entre otros, ha optado desde hace algún tiempo por ofrecer una actividad mensual relacionada con el Arte de Talía por considerar que la Cultura también camina en función de las preferencias de los propios ciudadanos, y está claro que a nivel generalizado las representaciones teatrales en Melilla y, mucho más, desde que se inauguró el espléndido Teatro Kursaal llegan en muchas ocasiones acompañadas del siempre deseado, por parte de actores y empresarios, cartel de “no hay entradas”. Y si al acierto evidente de la programación cultural unimos la disponibilidad de un gran foro como el Kursaal, -una de las apuestas más exitosas del Gobierno de Juan José Imbroda-, la visión del referido y ansiado cartelito ya es casi una constante en estas últimas anualidades.
El balance de espectadores que han disfrutado de los espectáculos ofrecidos en el Teatro Kursaal ha sido muy similar al registrado en 2013. De hecho, los pasados doce meses fueron alrededor de 40.000 las personas que acudieron a las 122 funciones que generaron 81 eventos, de los que 33 fueron representaciones teatrales, 26 de música, cuatro de danza y 17 de actividades variadas
Y además en su faceta cinematográfica el Kursaal es escenario de la Semana de Cine, con sus ediciones más concurridas. Una senda, la cultural, que atraviesa uno de sus mejores momentos y que habrá que seguir alimentando, sin bajar la guardia, por el futuro artístico de Melilla. Todo un logro de la Ciudad Autónoma y de la Consejería de Cultura que en los último tiempos está alentando en gran medida la música. El pasado fin de semana fue un musical infantil, éste un concierto de la Banda y Orquesta juvenil y el próximo día 27, Amigos de la Música con el dúo Bassal Figa. Y lo cierto es que cuentan con un gran respaldo de público hasta el punto que la balanza se va igualando progresivamente con las representaciones del arte de Talía, De seguir esta progresión habrá que preguntar a los melillenses: ¿Teatro o música?. Mejor, los dos.
