La fotoperiodista melillense Ángela Ríos, detenida el miércoles por la Guardia Civil por la presunta comisión de un delito contra los derechos de los extranjeros al llevar supuestamente a cuatro inmigrantes en su coche después de que lograran saltar la valla -una acusación que ella niega tajantemente-, presentó ayer las facturas al juez Emilio Lamo de Espinosa, que probarían que los 2.000 euros que le fueron hallados esa mañana son del estudio de su hermano y que horas después tenía previsto enviarle mediante transferencia a Argentina. Una vez cumplido este requisito del juez, la fotoperiodista recuperó su coche y su cámara fotográfica, que le fueron requisados por la Guardia Civil la mañana del miércoles, pero no su teléfono móvil ni la tarjeta de datos de la cámara, donde tiene las imágenes y videos de la llegada de los subsaharianos. La joven profesional está encausada si bien confía en quedar absuelta porque asegura que no cometió ningún delito, sino únicamente ejercer su profesión.
