El ministro desveló que acepta la petición de Imbroda y aunque no serán cien los agentes nuevos que lleguen, sí serán 78. En concreto 50 guardias civiles, que arribarán en junio, y 38 policías nacionales, de ellos 18 que forman parte de la nueva Oficina de Asilo que se inauguró ayer y 20 policías más para abril
El ministro de Interior realizó ayer su cuarta visita a Melilla desde que accedió al cargo en lo que llevamos de legislatura. Una llegada del titular de la seguridad en nuestro país que no sólo ha servido para inaugurar la nueva Oficina de Asilo en la frontera de Ben-Enzar, sino también para atender la petición realizada por el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, para reforzar con cien agentes más la Jefatura Superior de Policía y de la Comandancia de la Guardia Civil. El ministro desveló que acepta la petición de Imbroda y aunque no serán cien los que lleguen, sí serán 78. En concreto 50 guardias civiles, que arribarán en junio, y 38 policías nacionales, de ellos 18 que forman parte de la nueva Oficina de Asilo que se inauguró ayer y 20 policías más para abril, pero estos para otros cometidos relacionados con la seguridad ciudadana en Melilla.
Además de estas cuestiones tangibles, la visita de Jorge Fernández Díaz, que llegó acompañado de altos responsables del Ministerio del Interior y de la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, y de la alta responsable de ACNUR en España, es que el conocimiento de la situación de Melilla por parte de un responsable ministerial tan importante como es el que lleva la seguridad del Estado, no puede ser más positiva.
El único “pero” ha sido la fallida llegada del comisario de Interior y Migraciones de la Comisión Europea, Dimitris Avramopoulos, quien por problemas de agenda no pudo cumplir el compromiso que contrajo con Jorge Fernández Díaz de visitar Ceuta y Melilla. Algo que le habría venido muy bien para que cuando hable de ambas ciudades, lo haga con conocimiento de causa, y no como ocurrió con su antecesora en el cargo, la sueca Cecilia Malstrom. No obstante, ha dicho que mantiene su compromiso de venir a ambas ciudades, algo que esperemos que haga cuanto antes, mejor, porque nadie debe olvidar que somos la frontera sur de Europa y como tal ha de ser considerada, con los apoyos y las ayudas que ello supone, y no encima cargar contra Ceuta y Melilla cuando cumplen su cometido de defender los límites fronterizos que separan Marruecos de la UE.
