En Sevilla a punto está de volver a estallar la primavera, ese estallido eterno, siempre igual, siempre diferente, real, olor a gloria, a penitencia, a pasión y a muerte, color verde de esperanza, flor de naranjo y azahar mezclados con olores de incienso y cera. Señal inequívoca de que una nueva Semana Santa está llamando a las puertas del corazón y de los sentimientos de fe y de creencia. En la Casa de Melilla en Sevilla son las 20,30 horas del día 14 de Marzo de 2015, al entrar huele a incienso, se escucha a la banda de cornetas y tambores del Santísimo Cristo de las Tres Caídas, el presidente de la Casa, Antonio Domenech García, sube al atril y hace la presentación. “Hoy tengo el honor de presentaros a un amigo y hermano de esta casa, Antonio Rodríguez Ruiz, de 56 años de edad, casado, padre de dos hijos, licenciado en derecho y secretario de la Administración de Justicia, por oposición desde 1988, nacido en Sevilla en el barrio León, es hermano de San Gonzalo, ha cumplido este mes 51 años con su Hermandad acompañando siempre a la Virgen de la Salud.
Es hermano también del Gran Poder, de la Hermandad de la Candelaria Madre de Dios y de la Virgen del Rosario del barrio León y pertenece a la Tertulia Cofrade Terciopelo y Ruàn donde ejerce de Secretario Hombre profundamente cristiano, al que su verbo elocuente le llevó a pronunciar su primer Pregón en 2.007, continuando año tras año hasta hoy. Inolvidables pregones que quedaron indelebles en el corazón de cuantos tuvieron la fortuna de escucharlos.
Y ahora, querido amigo Antonio, no tengo ni debo extenderme más, ya que hoy no es mi día sino el tuyo, pero tampoco quiero dejar pasar este momento para decirte que pongas todo tu corazón y toda tu alma en ello, no tengo ningún tipo de duda de que nos has preparado un pregón a la altura de tu personalidad, lleno de contenidos y mensajes que nos llegarán directos al corazón. Ha llegado tu momento. Tuya es la palabra”.
A continuación el pregonero comenzó con palabras a Melilla en el corazón: “Te exalto a ti, Melilla el más hermoso jardín bendecido por Dios y envidiado por los hombres. Pero también a la Melilla de la oscuridad que soportas en tu cuerpo, la injusticia de nuestras propias limitaciones.
Levanto mi voz por ti, cofre de emociones. Ciudad Española misericordiosa y eterna. Más no puedo olvidar a la Melilla de la intransigencia, la multitud y el olvido.
Te canto a ti, rincones de oro y plata bordados de la Plaza de España, Gloria triunfal en la Semana Santa de Dios etc…Continuando con las diferentes cofradías de Triana-Sevilla, Triana domingo de Ramos, Hermandad de San Gonzalo, Madrugà: el tiempo detenido, Cachorro del universo, La Triana eterna, etc…”
El presidente de la Casa, Antonio Doménech cerró el acto regalando al Pregonero, un “llamador”, para la ocasión.
