La mujer embarazada que quedó encerrada el pasado 7 de marzo en el ascensor del Hospital Comarcal, en la parte de Urgencias, ha presentado una queja oficial en la Dirección Territorial del Instituto de Gestión Sanitaria (INGESA) de Melilla en la que pide incoar el correspondiente expediente informativo “en orden al esclarecimiento de lo ocurrido y, en su caso, la depuración de las responsabilidades a que hubiera lugar”, ante el temor de sufrir un nuevo aborto. Según el documento de la queja presentada por la melillense Rachida El Khaouafi, al que ha tenido acceso MELILLA HOY, en primer lugar recuerda que el pasado día 7 de marzo acudió a los servicios del Hospital Comarcal para ser examinada a causa de su estado de gestación.
“Sorpresivamente -ha subrayado en el escrito- quedó encerrada en uno de los ascensores habilitados en dicho centro, habida cuenta el tiempo que permaneció encerrada y a causa de su estado de gestación, que le provocaron una situación de pánico y extrema angustia, agravado por el temor a sufrir un nuevo aborto”. En la queja han destacado que no en vano, la compareciente “cuenta entre sus antecedentes obstétricos con dos abortos”.
El documento presentado al INGESA, a través del Hospital Comarcal, apunta además que “ante la amenaza de sufrir un aborto a causa de lo ocurrido, la compareciente acudió y fue atendida en los Servicios de Urgencias de este hospital al tiempo que se le hubo de prescribir el correspondiente tratamiento médico, que se acredita con el informe médico que se adjunta”, que también ha sido facilitado a este periódico.
Asimismo se le extendió el correspondiente parte de baja de incapacidad temporal con contingencias comunes.
Riesgo de aborto
La familia de la embarazada ha denunciado el riesgo de aborto que existe por incidente, después de asegurar que quedó encerrada en el ascensor durante 45 minutos, por un problema técnico. Una versión que no coincide con la ofrecida por INGESA, que reduce este tiempo de encierro en el ascensor a “entre 10 y 15 minutos” y asegurar que no sólo no existe riesgo de aborto, sino además la mujer afectada “se encontraba perfectamente”.
Sin embargo, la familia de Rachida El Khaouafi, de 29 años de edad y madre de un niño, en la actualidad con dos meses de gestación, no ha quedado satisfecha con esta explicación y ha presentado una queja oficial en el Hospital para ver qué medidas adopta el INGESA y en caso de no atender su demanda, iniciar las acciones legales que correspondan en los tribunales de Justicias, por los perjuicios que les ha ocasionado este suceso.
