Los de Alejandro Alcoba tuvieron opciones de victoria prácticamente hasta el último minuto de partido, pero los oscenses estuvieron más acertados en los instantes finales y acabaron por dilapidar las posibilidades de triunfo del decano. Spencer Butterfield fue el máximo anotador del Melilla Baloncesto y el jugador que sostuvo al equipo en ataque, con notables porcentajes y forzando hasta cinco faltas personales. El Melilla Baloncesto se jugará la próxima jornada todas sus opciones de entrar en los play off de ascenso, tras perder ayer en Huesca por un ajustado 80-76. Los melillenses tuvieron opciones de victoria prácticamente hasta el último minuto de partido, pero los oscenses estuvieron más acertados en los instantes finales y acabaron por dilapidar las posibilidades de triunfo del conjunto dirigido por Alejandro Alcoba.
El de ayer fue un partido igualado ante un Peñas Huesca que también estaba necesitado de la victoria para poder seguir aspirando a mantener la categoría. Por ello, los aragoneses se mostraron muy aguerridos a lo largo de todo el duelo y no dejaron nunca que el decano pudiera desarrollar su juego. Tras una primera parte en la que el conjunto visitante fue casi siempre por delante en el marcador con ligeras ventajas, en la reanudación las tornas se cambiaron y fueron los locales los que mandaron en el electrónico, aunque las distancias nunca superaron los seis puntos de ventaja.
En un último cuarto muy competido, el luminoso indicaba 75-73 a falta de 1’12 por jugarse y fue entonces cuando Gatell falló el lanzamiento que podría haber supuesto el empate. Ahí murió el partido. A falta de once segundos una personal de Bravo sobre Brizuela llevó al jugador oscense a la linea de tiros libres, desde donde no falló (77-73) y el Peñas Huesca aseguró el triunfo.
Un triple de Quique Garrido nada más empezar el partido parecía augurar buenas sensaciones para el Melilla Baloncesto. Sin embargo, la respuesta local fue inmediata y Edgar Vicedo respondió con otro triple que demostraba que los oscenses estaban dispuestos a plantar cara a pesar de las diferencias en la clasificación. Tras un intercambio de canastas, los locales tomaron una mínima ventaja de cuatro puntos (11-7), que Joan Tomàs se encargó de recortar con otro acierto desde el perímetro (11-10). Entonces el encuentro entró en una fase de nerviosismo y de errores en ambos aros que mantuvo el marcador clavado durante más de dos minutos.
Adrián Laso fue el encargado de romper con la sequía anotadora del partido y ahí empezó a verse un decano algo más sólido en defensa y fluido en ataque, lo que le llevó a tomar una ligera renta en el electrónico que acabaría siendo de tan sólo tres puntos al término del primer cuarto (15-18).
En el segundo acto, los de Alcoba siguieron mostrándose ligeramente superior a su rival, gozando de una máxima ventaja de hasta siete puntos (22-29). Pero la reacción de los locales fue inmediata. Los jugadores de Quim Costa apretaron los dientes en defensa y lograron frenar la escapada melillense. El choque llegaba al descanso con un 31-33 y con la sensación de que los locales se encontraban más cómodos sobre la pista.
Y así se confirmó en la segunda mitad. En la reanudación, apareció la mejor versión del Peñas que hasta obligó a Alejandro Alcoba a pedir un tiempo muerto y a hacer rotaciones en el banquillo para intentar cambiar la dinámica del encuentro. Tras poco más de tres minutos de tercer cuarto y con un Van Oostrum enchufado, los oscenses se fueron 46-39 y encendió las alarmas de un decano que no terminaba de engancharse. Van Oostrum seguía a los suyo, y además desde el perímetro se unían Brizuela y Sanz con dos triples de dejaban más nervios en los visitantes (56-49). Pero el Melilla Baloncesto tampoco estaba dispuesto a arrojar la toalla tan pronto. Una reacción del cuadro melillense le llevó a firmar un parcial de 0-6, que ajustaba el marcador (56-55), a falta de los diez últimos minutos por jugarse.
Ya en el cuarto periodo, el Peñas rompió con su sequía anotadora con dos canastas de Troutman, que devolvían a los oscenses al partido. Poco a poco, el Melilla Baloncesto iba notando más la presión de verse en un escenario inesperado. A cinco minutos del final, y tras un triple de Lafuente, los peñistas volvían a situarse seis puntos arriba (65-59) pero esa renta aún iría aumentando hasta el 72-63, tras dos canastas de Sanz y un triple de Van Oostrum.
Cuando parecía todo encarrilado, los visitantes forzaron dos acciones rápidas que obligaron a parar a Quim Costa el partido a falta de 2 minutos (72-68). Tras el parón, el parcial melillense se extendió hasta el 72-71. Otro triple de Van Oostrum (acabó con 5 de 6, 20 puntos en total y 25 de valoración siendo el MVP) pareció decantar la contienda para el Peñas Huesca, pero Spencer Butterfield volvía a poner a los suyos en liza por disputar la victoria (75-73). Una buena defensa permitió al Melilla Baloncesto recuperar la posesión y entonces llegó el error de Gatell. Finalmente, dos tiros libres de Sanz dejaban ya todo sentenciado, pese a un último tiro de tres puntos de Quique Garrido.
Quim Costa: “Hemos logrado la permanencia y estamos contentos”
El técnico del Peñas, Quim Costa, estaba lógicamente satisfecho al final del partido por la victoria y por haber asegurado la salvación. “Hemos conseguido la permanencia y, además, por una doble vertiente, con nuestra victoria y por la derrota del Prat. Estamos muy contentos porque este era el objetivo desde el inicio de la temporada, y en ese sentido hemos cumplido. Ahora nos quedan dos partidos y vamos a intentar seguir avanzando para tratar de mejorar algún puesto”.
Alejandro Alcoba: “Su acierto en el tiro exterior nos hizo mucho daño”
Alcoba, por su parte, comentaba que sus jugadores empezaron “serios, dominando y cómodos en la pista durante la primera parte, llevando el tempo del juego y haciendo que el Peñas estuviera incómodo, lo que nos dio las primeras ventajas. Y en el tercer cuarto ocurrió lo que había avisado durante la semana, que no debíamos entrar en su juego. Ellos, además, tuvieron un gran acierto exterior, sobre todo a través de Van Oostrum”, apuntó.
