El partido político Equo ha señalado que del gobierno del Partido Popular "dedica una gran cantidad" de presupuesto del año 2015 "en conceder subvenciones a dedo a entidades sociales en la ciudad", unas ayudas que ha calificado como "subvenciones en caliente". "En años anteriores esta forma de subvencionar se hacía de forma directa y sin más trámite, pero después de que el Tribunal de Cuentas reiterara en numerosas ocasiones que esa forma de subvencionar era ilegal, en los últimos años el gobierno está pasando esas subvenciones de forma directa a nominativa, esto es, que la organización agraciada se refleja nominalmente en los presupuestos generales de la ciudad" apunta. Para la formación "tanto una forma como la otra es una forma de saltarse los principios de lo que debe ser una subvención, la propia ley de subvenciones promulga que las subvenciones se deben conceder con los criterios de publicidad, transparencia, concurrencia, objetividad, igualdad y no discriminación". Así añade que la ley reitera que el procedimiento ordinario de concesión es el de concurrencia competitiva, y de forma excepcional y dentro de unas normas que deben de ser reguladas se podría hacer de forma nominativa y directa.
"En el caso de la ciudad de Melilla, la inmensa mayoría del presupuesto en subvenciones se realiza con esta última forma, o sea, que de excepcional no tiene nada. En Melilla -prosigue- lo que debiera ser excepcional se hace lo habitual, y lo que debiera ser realizado de forma ordinaria es lo excepcional".
Equo opina que el gobierno de la ciudad lo hace así para tener todo el tejido social de la ciudad dependiendo de la "gracia" de los políticos del PP. "En Melilla -afirma- para tener una subvención sirve de muy poco esperar una convocatoria en el BOME, es más rápido y seguro negociarlo en un despacho de un político, por eso el concepto de subvención, haciendo un símil con las llamadas devoluciones en caliente, se convierte en "subvención en caliente" porque se hace sin las debidas garantías que exige la ley". Para este partido política, la situación no es en nada beneficiosa para la sociedad melillense. "Una sociedad democrática exige que exista un tejido social independiente de los políticos de turno y que el acceso a la financiación de ese tejido social sea por cauces administrativos regulados y no en negociaciones de despachos".
