El alcalde del PP, Ignacio Velázquez, negaba cualquier implicación del Ayuntamiento en los hechos ocurridos en la cañada, y que llevó a cientos de vecinos de la zona a parcelar unos terrenos privados con la intención de construir en ellos. Velázquez dijo que las veladas acusaciones realizadas por el director especial del MOPTMA respondían a la época preelectoral en que estaba la ciudad, rechazando que se estaba regalando material de construcción a los vecinos y asegurando que no se iba a permitir ningún tipo de obra ilegal.
En el Restaurante la Muralla, situado en Melilla la Vieja, se clausuraba el primer ciclo de la prestación de asistencial social (PAS) que organizaba la Concejalía de Servicios Sociales entre las familias melillenses con escasos recursos económicos.
