Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

El docente de la UGR explicó que si bien la frontera física se considera es la más “visible”, la globalización y la divisón tecnológica son también dos fronteras para el ser humano

El valor ético como parte de la solución a un mundo sin fronteras, según Gervilla

melillahoy.cibeles.net fotos 1181 DSC 7631

Una jornada intensa para la celebración del segundo día del Foro Social de Ética y Espiritualidad 'El mundo visto desde sus fronteras', donde Mario Serrano, del servicio jesuita a refugiados en Haití, Hugo Salcedo de la Universidad Baja California y el docente Enrique Gervilla han hablado sobre la frontera entre Haití y Santo Domingo, México y Estados Unidos, y por último Gervilla realizó una ponencia sobre 'La Reflexión Ética sobre las fronteras del mundo'.
El profesor de la Universidad de Granada Enrique Gervilla, quien versó su ponencia sobre 'La Reflexión ética sobre las fronteras del mundo', explicó que si bien las fronteras físicas "son las más visibles, las fronteras de la ciencia y de la técnica con relación a los países subdesarrollados también existen". Respecto a estas últimas, el profesor aseguró que "existen numerosos avances tecnológicos en la sociedad de hoy, pero solamente para unos y no para otros", con lo cual genera "una enorme barrera”.

El ejemplo más visible, según Gervilla fue el ébola, que "si se hubiera desarrollado en otros lugares como Estados Unidos o Europa hubiera tenido un tratamiento distinto al que ha tenido en África". Así, indicó que "incluso en la ciencia, a veces se desarrollan en contra de otros, como las armas nucleares o la bomba atómica". "Siempre perdiendo los mismos, y siempre ganando los mismos", apostilló el docente.

Otra de las fronteras que trató Gervilla fue la frontera de la globalización, para el docente este concepto "ha servido para abrir fronteras para el comercio", aunque "para los humanos se han cerrado más que antes". Por ello, el docente trató el movimiento anti-globalización, entendido éste como "un movimiento en contra de una globalización determinada, donde se globaliza la indiferencia y la pobreza, pero no se globaliza la solidaridad", convirtiendo la globalización en "una barrera grande entre unas personas y otras".

Una cuestión de riquezas: el valor ético y el valor tecnológico en contraposición
Ante esto, el docente considera que el "problema" está en que "no se quiere solucionar el problema de las fronteras", y es que "hoy en día tenemos los suficientes medios técnicos para intentar solucionar las barreras, pero no se puede". Esto según Gervilla ocurre entre otras cosas porque "el valor ético y el valor tecnológico normalmente están en oposición en la situación actual, tomando la ética como una cuestión individual que no tiene repercusión social".

De la misma manera, apuntó que a quienes les interesa la frontera "son los países desarrollados", con el fin de que "sus riquezas queden dentro de ellos, y a quienes no les conviene, son a los países subdesarrollados". No obstante, el docente insistió en que "la ética es lo importante", hasta tal punto que "con tanta corrupción en todos los grupos políticos, los medios se hacen eco de la necesidad de la ética y la moral entre las relaciones humanas". "Los seres humanos podemos ser los más beneficiosos y héroes o de ser los animales más horrendos y ahí tenemos la historia", aseveró Gervilla.

Una triple solución para una triple frontera
Por ello, ante "la triple frontera", Gervilla propone una "triple solución". Y es que en primer lugar, “habría que considerar la persona como supremo valor", si esto es así según el docente "muchas de las cosas que vemos a nuestro alrededor no deberían existir". La segunda solución que "puede convertir las fronteras en puentes, es reconocer la dignidad universal de todo ser humano", lo cual ya está reconocido por la Organización de las Naciones Unidas así como recogida en los Derechos Humanos por ello "no es una cosa nueva".

Por último, la tercera solución que propone el profesor es "la creación de una ética mínima a nivel mundial", que es en lo que se lleva trabajando desde la Segunda Guerra Mundial, y es que "ante un mundo cada vez más plural es necesario para las personas, y para hacer leyes entre los diferentes países". Según Gervilla esto "se ve necesario, pero imposible en el momento del ahora”, aunque “se están dando ciertos pasos".

Gervilla señaló que estos mínimos podrían ser la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sin embargo, el docente no la considera "del todo valida", debido a que por un lado "no intervinieron todas las naciones en al elaboración de la misma", y en segundo lugar porque ésta "tiene un carácter netamente occidental", por lo que "no podría ser esa ética mínima que sirve para las relaciones humanas de todo el mundo y de base de legislación internacional".

A juicio del docente "esto puede ser una utopía, pero los seres humanos también vivimos de la utopía", y es que "la introducción de la UNESCO hace referencia a que la guerra nace en las mentes de los hombres, y en las mentes de los hombres también debe nacer al paz" y el propio Gervilla lo traduce a "que en la mente de los hombres nacen las fronteras y para que las fronteras desaparezcan, en la mente de los hombres deben nacer esos puentes para que hagan desaparecer las fronteras".

Cooperación al desarrollo un primer paso, pero no definitivo
A preguntas de los periodistas sobre los programas de cooperación al desarrollo, el docente de la UGR señaló que juegan un "papel importante". Sin embargo, defendió que actualmente "se hace mínimamente" y se ve "en los gastos de cada Estado y en las inversiones que hacen para construir vallas y los mínimos gastos que se invierten para la cooperación internacional". A juicio de Gervilla "es un paso, pero es un paso simbólico", y con estos pasos "ni llegamos a considerar la persona como valor supremo, ni la dignidad de los seres humanos como algo universal".

Para el docente la actual situación de la cooperación internacional es "un primer paso, mejor es poco que nada", sin embargo, el docente advirtió de que el problema está en ver la cooperación internacional actual "como un paso definitivo ya que no va a solucionar el problema y la situación actual se va a mantener eternamente". Por ello, Gervilla insistió en seguir creando foros de debates similares al Foro Social "no para contemplar simplemente las fronteras, sino mirar para cambiar".

La frontera entre Haití y Rep. Dominicana: violación de derechos humanos vs espacio de relaciones entre los pueblos
Por su parte, el sacerdote jesuita que trabaja en la frontera de República Dominicana y Haití, Mario Serrano, explicó la realidad actual de la frontera de 388 kilómetros que tienen entre ambos países. Según explicó el sacerdote esta frontera si bien son "espacios de violaciones de derechos humanos", también son "espacios de relaciones culturales y sociales donde la gente encuentra la vida por la posibilidades de relaciones comerciales". Además, según contó Serrano esta frontera también es "espacio de relaciones entre los pueblos", a pesar de "la política de muros que construyen los Estados nacionales".

Aún así, el sacerdote explicó que ambos, "son países subdesarrollados donde la pobreza es grande en ambos lados, aunque más dramático del lado haitiano que alcanza un 70 por ciento de su población y que le fuerza a migrar hacía República Dominicana, y que tiene un desbalance comercial con ese país”.

Según indicó, en ambos lados de la frontera son pueblos "donde la pobreza es extremadamente grande ya que la inversión del estado es extremadamente pobre". Por ello, al compararlo con la frontera con Nador en índices de desarrollo "es totalmente diferente", ya que "son poblados muy pequeños con pocos recursos". Aún así, Serrano explicó que lo que sí se da similar a la frontera melillense es "la violación de derechos humanos por parte de las autoridades". En concreto, en República Dominicana por ser un país "con una institucionalidad muy débil se da con bastante impunidad y los sectores y de seguridad para asegurar el orden son las encargadas e involucradas en los hechos delictivos y con toda impunidad".

Al mismo tiempo, aseguró que "las fronteras son posibilidades para esos pueblos pobres, porque las relaciones comerciales permiten que la gente tenga un modo de vida al menos", hecho que según Serrano también ocurre en la frontera de Melilla. La violación de los derechos humanos en esta frontera según contó Serrano, pasa por "cobro de peajes indebidos con o sin documentación, el tráfico de personas pagando a las autoridades locales para que puedan pasar, todo ese tipo de corrupción interna administrativa y de discriminación física y verbal", lamentó el sacerdote.

Por todo ello, el trabajo de las asociaciones allí es por un lado "acompañar al Gobierno local al tener mayor conocimiento de las relaciones transfronterizas, fomentar la participación civil, así como el liderazgo de las mujeres”.

Además, en los procesos formativos que se impulsan "se dan a conocer las riquezas de un lado y otro y no la frontera como un muro para alejar al otro o defenderte del otro". Por ello, Serrano considera que sobre todo los Estados naciones de ambos países "entienden la frontera para el establecimiento de procesos estratégicos a nivel internacional", en vez de que "los gobiernos en la frontera, estar en la frontera es abrirnos a unas relaciones comerciales y culturales".

Las mujeres como pieza "fundamental" en la frontera
Según contó Serrano las mujeres "sostienen las organizaciones en esos lugares, son más responsables en el sostenimiento de las organizaciones locales, y nosotros les acompañamos y realizamos muchos procesos de formación a nivel de interculturalidad para que se aprecie la importancia y el reconocimiento de la cultura de ambos lugares".

Asimismo, apuntó que además de que el comercio lo llevan las mujeres haitianas, la estructura organizativa más sólida y consistente son las Escuelas de Madres y es que las mujeres "son las que cuidan la vida y están en la lucha cotidiana por el mantenimiento de la familia".

La frontera México/EEUU: la "fracturación" familiar
El profesor Hugo Salcedo de la Universidad Baja California es uno de los ponentes que ha acompañado a los organizadores del Foro Social durante toda su preparación. Casualmente, el docente en una estancia de investigación en España coincidió con los organizadores a quienes confirmó su asistencia dos años atrás.

El docente indicó que existe una situación "paradójica" y es que a pesar de que en el discurso oficial se dice que "todo va bien", el Gobierno mexicano "no pone demasiada atención y obligan a que siga el tránsito de indocumentados a los Estados Unidos". Así, lamentó que "más allá de las medidas que se toman, lo cierto es que no hay suficiente espacio para la fuerza de trabajo y las familias se ven fracturadas cuando parten a EEUU", concluyó Salcedo.

Hoy el Foro Social concluirá con un acto en conmemoración de los fallecidos en las fronteras del mundo a las 12,00 horas en la Plaza de las Culturas y una asamblea donde obtendrán conclusiones de toda la jornada.

Seis talleres para finalizar la jornada
La parte final del IV Foro Social trató de seis talleres, uno de Marruecos y cinco de Melilla según explico uno de los organizadores, Jesús Blasco de Avellaneda. Entre ellos se celebró el organizado por la asociación Movimiento por la Paz (MPDL) que trató de un juego de rol donde cada asistente jugó un papel en la frontera para estudiar las diferentes identidades que se dan. Por otro lado, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado y la Asociación (CEAR) y Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) dió otro taller menos dinámico pero que abordó toda la materia referente a los refugiados. Guelaya también explicó el tema de la frontera melillense desde el punto de vista del ecosistema, a la vez que la Red Interclesial de Fronteras (Caritas y Justicia y Paz) que versó sobre las fronteras interiores de la propia persona.

Loading

Nerea de Tena Alvarez

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€