Tras recibir la Placa al Mérito Social, el Banco de Alimentos piensa seguir adelante con su labor. Así lo dejó claro ayer el presidente de esta entidad, Juan Paredes, quien recordó que “el hambre, desgraciadamente, no se termina hoy”. “Seguimos”, agregó el responsable del Banco de Alimentos al recordar, además, que el 25% de los españoles mayores de 65 años, principalmente mujeres, viven solos y necesitan apoyo como el que ofrece la “gran familia” que forma este organismo melillense. Paredes dio las gracias al Gobierno local no solo por la Placa al Mérito Social, sino también por apoyar la labor que realizan como colectivo del que forman parte 23 organizaciones colaboradoras en el Banco de Alimentos y 35 voluntarios. Todos ellos se encargan de recoger los alimentos, prepararlos, distribuirlos y conocer a quienes los reciben.
El responsable del Banco de Alimentos hizo una mención “muy especial” a colaboradores que ya no están en Melilla, pero que aportaron su grano de arena para que la labor de esta entidad sea una realidad cada día.
8.000 beneficiarios
Sin el Banco de Alimentos, alrededor de 8.000 personas sin recursos de nuestra ciudad lo tendrían mucho más difícil para salir adelante. Esta entidad fue propuesta por varias asociaciones para que le fuera concedida la Placa al Mérito Social por “la gran labor humana que realiza, destacando su generosidad, lucha y sacrificio” desde que fue creada en mayo de 2006, según explica el expediente del área de Cultura.
Sin embargo, su actividad se ha disparado desde principios de 2008 por la crisis, lo que ha hecho que el Banco de Alimentos se haya visto “desbordado” hasta registrar un incremento de usuarios de un 60% en un solo año, al pasar de 5.000 a 8.000 beneficiarios entre 2013 y 2014. Esto ha provocado que actualmente sufra problemas de espacio.
La petición de reconocimiento llega, por lo tanto, con la reivindicación de “unas instalaciones más apropiadas” como ya hizo el presidente del Banco de Alimentos, Juan Paredes, al que las asociaciones que registraron esta propuesta califican como “una persona incansable que siempre ha estado al servicio de la sociedad y al pie del cañón para suplir la falta de medios de muchas familias”.
