El PP de Melilla expresó ayer su “condena absoluta” a las declaraciones del diputado de Izquierda Unida (IU) y candidato de ese partido a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, en las que en las que dijo que el Ejecutivo enviaba a guardias civiles a la valla de Melilla para asesinar a inmigrantes.
Tanto la secretaria de Comunicación del PP de Melilla, Cristina Rivas, como el coordinador de la Campaña Electoral del mismo partido, Miguel Marín, se refirieron a esta polémica e incidieron en el “silencio” que están guardando sobre el asunto los partidos de la oposición. Para Marín, es reprochable que el PSOE, siendo un partido nacional que “en teoría debe velar por los intereses de España”, haya “mirado a otro lado” en vez de salir en defensa de la Guardia Civil. Respecto a CPM, Marín dijo que al PP no le extraña que no haya protestado por las declaraciones de Garzón, dado que la formación cepemista “se dedica a denunciar” a este Cuerpo ante los juzgados.
Ello, a pesar del “sacrificio” que hace la Guardia Civil en la vigilancia de las vallas, donde “se deja la piel y el alma para defender los intereses de España, nuestras fronteras y nuestra integridad como Nación, sufriendo agresiones en el ejercicio de sus funciones”.
Por su parte, Rivas consideró que el diputado de IU hizo esas declaraciones “en estado de shock”. Además, lamentó que este tipo de manifestaciones “son habituales en la izquierda” y mostró el apoyo que la formación popular “siempre” da a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
A juicio de Rivas, se trata de unas declaraciones “bochornosas” realizadas por “este señor de la izquierda”, si bien afirmó que los partidos de esa ideología tienen “habituados” a los ciudadanos a este tipo de manifestaciones.
UFP: “Intento de menoscabo”
También el sindicato Unión Federal de Policía (UFP) expresó ayer en una nota su apoyo a la Guardia Civil ante un intento de “menoscabo y descrédito” hacia este “honroso cuerpo hermano”. Así, dijo que es “tan injusto como incierto que sobre la Guardia Civil se hagan aseveraciones tan poco fundadas y presuntamente calumniosas”, y dejó claro que quienes realizan declaraciones “tan serias” como las de Garzón “no merecen la consideración social que deberían tener”.
Insistió en que los funcionarios de la Policía Nacional y la ciudadanía en general son testigos de cómo estos agentes “se implican y afanan en cumplir con una tarea muy difícil que la política no ayuda a resolver como debería ser”.
Recalcó que “la Guardia Civil no trabaja persiguiendo un interés propio, ni conculcando la ley”, sino que “está entregada plenamente al servicio de un pueblo del que se nutre de sus hombres y mujeres”.
Por todo ello, instó a que no se hable “oídas” sobre este problema, sino “pisar el tajo y desde allí con datos directos poder emitir una opinión seria”, ya que “mucha gente opina de Ceuta y Melilla y muy pocos han vivido su peculiar modus vivendi”.
En cualquier caso, se congratuló de que “cada día cala menos el mensaje de criminalizar a los funcionarios de Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía ante problemas que muchas veces crea algún político”, tal y como se aprecia en el hecho de que ambos cuerpos estén siempre en los primeros puestos de valoración por los ciudadanos.
