El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, aseguró ayer que la Ciudad Autónoma ha superado la fiscalización del Tribunal de Cuentas de los años 2008 y 2009 y está “totalmente limpia” tras aclarar con documentación las irregularidades que inicialmente había detectado en su fiscalización. Imbroda leyó ayer en rueda de prensa la conclusión de la liquidación del Tribunal de Cuentas, según la cual “los hechos no reúnen los requisitos establecidos en la Ley para generar responsabilidad penable con alcance”.
Imbroda celebró esta noticia, de la que tuvo conocimiento anteayer, cuando la Ciudad Autónoma recogió las últimas liquidaciones correspondientes a los ejercicios de 2008 y 2009. El motivo de su alegría es que, tal y como recordó, la fiscalización del Tribunal de Cuentas de esos años ha servido al resto de partidos para “montar un esqueleto de fundamentos para denunciar” al Gobierno melillense.
“No es raro ver una denuncia en la que no hayan hecho alusiones al Tribunal de Cuentas”, dijo Imbroda para poner como ejemplo la que interpusieron contra él pro la contratación de un abogado externo, que le llevó ante el Tribunal Supremo el pasado 11 de marzo, y que finalmente quedó archivada.
El presidente melillense dejó claro que en los 15 años que lleva al frente de la Ciudad Autónoma, el Tribunal de Cuentas “en ningún momento ha dicho que se tenga que aplicar la cláusula de retorno” de cantidades económicas que este organismo considere que se han podido utilizar ilegalmente.
Por ello, afirmó que esta es “una buena noticia” después de que su Gobierno haya estado sometido a lo largo de los últimos años a “una presión mediática de linchamiento como nunca” asentada en informes y dictámenes del Tribunal de Cuentas como los de 2008 y 2009, en los que la Ciudad Autónoma ha salido “totalmente limpia”.
