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Paseo Marítimo

melillahoy.cibeles.net fotos 1192 Andres Hernandez

Tarde hermosa. Difuminada en celestes, ante un mar casi invisible, por la placidez de su imagen. Tardes de Melilla en primavera… En verdad el Paseo Marítimo es hermoso. Con su puente incorporado, alargando un itinerario placentero y evocador… Casi ausente iba en mis recuerdos, cuando de pronto sentí una especie de fuelle a mi espalda. Volví la cara y me asuste. No lo esperaba.

Era el resoplar agobiante y frenético de una mole humana, mitad carne mitad sudor, que apartaba con su presencia, todo aquello que se le ponía por delante. Uno de los muchos devotos del "Futing". Quizás uno de los mayores, se hacía dueño del paseo jadeando y alertando a la gente, que asustada, olvidaba por unos instantes la quietud de su paseo, para dejar paso al emisario de la prisa y la brutalidad. Me eche a un lado y lo deje pasar. Me vino a la memoria, sin proponérmelo, aquellas locomotoras, sucias por el vaho caliente de sus calderas, que arrastraban docenas de vagones repletos de mineral. Pero caí en la cuenta al recordarlo, que aquellas nobles "matronas" férreas de la Cía. Española Minas del Rif, además de ganarse el sudor con su trabajo útil, también tenían un lugar determinado por dónde ir, como eran los raíles. La "vía" del tren, que solíamos decir los chiquillos, en aquel tiempo y edad, donde la " carbonilla" caída de algún vagón, después de ser recogida por las manos infantiles, se convertía en dinero, no para ayudar a la casa, sino para ayudarse uno a sí mismo, ya que la casa no te podía ayudar
Esta escena no tendría interés en ser descrita, ya que nada tiene de original ni aleccionador, esta vulgaridad de correr sin saber donde, sino hubiese acontecido, un poco más tarde, ALGO MUCHO MAS DOLOROSO Y ANTISOCIAL, que el arrebato de la calma y el derecho , que todos tenemos a la intimidad, aunque sea en un paseo público o. El "perdedor de grasa" -dicen que para eso corren-se perdió entre la multitud de paseantes, dejando una estela de desconciertos y movimientos bruscos, como una especie de tractor descontrolado, no solo labrador de surcos inútiles, sino también perjudiciales para la tierra y la cosecha, como bien se demostró en esa tarde….Tarde de primavera…Tarde de corazones serenos y niños enracimados. Uno de estos niños, se salió del racimo de la madre y fue arrollado por el descomunal envite de aquel mamífero apresurado, que recomponía más con su presencia, la imagen de alguna manada africana en estampida, que la frágil y etérea figura de cualquier ser humano. El niño lloroso y dolorido, fue levantado del suelo por su padre. Un simple hombre, de los muchos que habemos, y que solemos perder, no solo las grasas sino la vida, en el anónimo trabajo y compostura que exige esta, y no en la descomunal y grotesca exhibición, de un cuerpo, que tal vez, pretenda ser superior por su musculatura, y no por lo que a ella le da razón de ser, como es la serena valoración de su comportamiento. El padre, ofendido y asustado, solo recibió de parte del energúmeno, que lo miraba con AIRE RETADOR, un despectivo "disculpe" y siguió corriendo. Corriendo hacia ninguna parte, pues esa carrera conduce sencillamente a la nada. Los paseantes que estábamos allí, ante la imposibilidad de ponernos de acuerdo por temor, y coger al tío y tirarlo al agua, solo tuvimos la débil expresión del: ¡No hay derecho ¡….¿NO HAY DERECHO? …¡Claro que lo hay¡…¡Si hay derecho¡…Lo que ocurre, es que estos derechos, son destruidos por individuos como este, heraldos de la fuerza bruta y la bestialidad…¡Claro que hay derecho¡ Pero son olvidados, por otros individuos, cuyas carreras son menos sudorosas, que las de este energúmeno. Este corre sin saber donde va. LOS OTROS, suelen hacerlo, sabiendo donde: Hacia ellos mismos. Por eso, no se detienen a pensar, que hay otras personas también en ese paseo que es la vida, que simplemente andando, han conseguido llegar a los demás y tienen todo el derecho a no ser atropellados ni mucho menos intimidados públicamente. ¿Por qué no ponen raíles, fuera del entorno ciudadano, para que estos artilugios de la prisa y la deformidad, compitan con la roca y el secano, su fuerza indiscutible y poco valorada?..Dejemos los paseos para la frágil sencillez del descanso y la ensoñación….."Tarde hermosa…. Difuminada en celestes, ante un mar casi invisible por la placidez de su imagen…. Tarde de Melilla en primavera…" Buenos días y Buena suerte

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