La decisión adoptada por los cooperativas de la COA a última hora de la noche del jueves, consistente en la suspensión del parón que iban a realizar a partir de este 1 de mayo, es la mejor que han podido tomar porque, de haberse producido, todos hubieran salido perdiendo: Ciudad, trabajadores y sobre todo usuarios
La decisión adoptada por los cooperativas de la COA a última hora de la noche del jueves, consistente en la suspensión del parón que iban a realizar a partir de este 1 de mayo, es la mejor que han podido tomar porque, de haberse producido, todos hubieran salido perdiendo: la Ciudad Autónoma, los propios trabajadores y sobre todo los usuarios de un medio tan esencial como es el autobús público. Y lo han hecho después de que el Gobierno de la Ciudad Autónoma, a través de su viceconsejera de Administraciones Públicas Mariángeles Gras, que hablaba en nombre de del presidente Juan José Imbroda, les haya transmitido que les va a pagar la semana que viene la subvención de 500.000 euros que les adeuda y algunas de las facturas pendientes que suman en total 250.000 euros. También esa interlocutora de Imbroda, siempre según José Fuentes, se ha comprometido a que el presidente de Melilla reciba en la segunda semana de mayo a los representantes de la COA "para hablar de su futuro".
Hay que felicitarse por tanto de que no se haya tenido que recurrir a una medida drástica como un parón y que haya entendimiento entre el Gobierno de la Ciudad y la COA para abonarles su subvención y liquidar parte de sus deudas. A partir de aquí, aprovechando que mantendrán un encuentro, será el momento de tratar el futuro de una empresa ligada íntimamente a la historia de esta ciudad, y que en la actualidad da trabajo a 39 socios cooperativistas y 17 empleados. Sobre todo teniendo en cuenta que arrastra un déficit de 1.800.000 euros. El presidente de la COA, José Fuentes, admitió que quienes lo están pasando peor, además de los propios miembros de la cooperativa, son sus familiares "que viven con mucha preocupación e inquietud esta situación". Es momento, pues, de dar una solución a este problema y solventar el futuro de una cooperativa muy necesaria para nuestra ciudad, que presta un servicio esencial para que los melillenses que requieren del autobús público, puedan hacer uso del mismo en las distintas paradas que hay repartidas por toda Melilla. Es de justicia.
