La Federación del País Vasco se proclamó campeona de España en el Campeonato de España de Gimnasia Rítmica en Edad Escolar, celebrado el pasado fin de semana en Ávila, en el Pabellón Polideportivo de San Antonio, mientras que Melilla, que participó en clara inferioridad de condiciones, con tan solo cuatro gimnastas, compitió a un gran nivel y se clasificó en la decimoquinta posición. El Campeonato de España de Gimnasia Rítmica en Edad Escolar por Selecciones Autonómicas ha contado con la participación de 112 deportistas, de entre 13 y 16 años, de un total de dieciséis Comunidades Autónomas, con las ausencias de Navarra, Extremadura y Ceuta.
Castilla y León es la Comunidad que más campeonatos de estas características organiza. Desde 2011 la Junta ha hecho posible que se celebren en la autonomía 566 eventos deportivos que, además del indudable interés deportivo, han atraído a multitud de participantes y visitantes a Castilla y León.
A ello hay que sumar 16 delegados de las federaciones, 20 jueces para la competición, 10 personas de la organización, 10 voluntarios, 16 conductores y dos acompañantes por deportista.
Una vez más, el nivel de este Nacional ha sido altísimo, en el que por primera vez Melilla ha participado como Selección, en un evento que en otras ediciones han salido las actuales componentes del Equipo Nacional, actual campeona del mundo.
No solo la calidad de las participantes hace que este Campeonato haya sido de gran dificultad, pues también hay que añadir que cada selección, formada por seis gimnastas, debe realizar diez ejercicios diferentes. En este sentido, cabe destacar que las melillenses compitieron en inferioridad de condiciones, con tan solo cuatro gimnastas, en concreto María Jesús Cabo, Oliva Pradal, Marta Albarracín y Patricia Imbroda.
A nivel individual, la mejor clasificación ha sido la de Patricia Imbroda, en la modalidad de mazas, consiguiendo acabar en el puesto veinticinco, mientras que Oliva Pradal logró la mejor nota, en su ejercicio de pelota, con 7’317, situándose en el puesto trigésimo, lo que da una idea del altísimo nivel de la competición, según resaltaron las entrenadoras Edith González y Virginia Catalinas, «ya que clasificarse entre las veinticinco mejores es ya un triunfo».
