Subrayar que la presencia del este material de construcción ya prohibido en la cubierta del Centro de Salud de Polavieja ha sido reconocida hasta el propio Ingesa. Otra cosa es que tanto familiares, trabajadores y sindicatos por un lado y la Dirección Territorial del Ingesa por otro mantengan posturas diferentes sobre esta misma cuestión Los familiares, trabajadores y sindicatos de sanidad siguen preocupados por la presencia de amianto en las cubiertas del Centro de Salud de Polavieja, a pesar de que el estudio realizado por una empresa especializada contratada por el Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa) haya determinado que "no se identifica ninguna situación de exposición a sustancias perniciosas que supere los límites establecidos".
En este sentido, a pesar de los burdos intentos de manipulación realizado por un determinado medio de comunicación que, molesto por haber ido a remolque en esta información, achacó la denuncia a MELILLA HOY cuando en realidad ha sido realizado por los antes citados, subrayar que la presencia de este material de construcción ya prohibido ha sido reconocida hasta el propio Ingesa. Otra cosa es que tanto familiares, trabajadores y sindicatos por un lado y la Dirección Territorial del Ingesa por otro mantengan posturas diferentes sobre esta misma cuestión.
Así los primeros mantienen su inquietud porque opinan que son necesarios más estudios porque creen que los resultados no son concluyentes y determinantes como para despejar cualquier motivo de intranquilidad entre quienes pasan muchas horas trabajando en este centro situado en la calle Polavieja. Sobre todo porque, como decía el hermano de una de las últimas fallecidas por cáncer -asegura que han sido trece los empleados de dicho centro los que han muerto por esta enfermedad en la última década-, "no cabe duda de que según los resultados de los análisis está dentro de lo permitido, pero lo hay". En esta misma línea se manifestó el Sindicato Médico de Melilla, que quiere saber si esos fallecimientos han sido fruto del azar o producidos por posibles agentes patógenos aunque admite que "los estudios realizados por Ingesa disminuyen la probabilidad de que la exposición del amianto tengan que ver con los fallecimientos”. Por su parte, los sindicatos UGT y CCOO ponen el acento en el futuro y solicitan que las obras que están previstas efectuar en este edificio para su rehabilitación "se realicen con debidas garantías, trasladando al personal que allí trabaja”. De igual modo apuntan que se deberían buscar también otros posibles factores cancerígenos que expliquen tantos fallecimientos por cáncer entre su personal y que dichos estudios sean realizados por una empresa pública, sin ánimo de lucro.
La otra cara de la moneda la representa el Ingesa. Su director territorial, Francisco Robles, subraya que "hoy por hoy nadie está en riesgo por estar en el Centro de Salud de Polavieja". En cualquier caso, ya comunicó que el último informe, que descartaba cualquier peligro, se pondrá a disposición de especialistas en epidemiología de la Comunidad de Madrid que van a colaborar en un estudio sobre la relación causa-efecto sobre los casos de cáncer de detectados.
En esta cuestión, no obstante, estamos hoy más tranquilos que ayer, después del estudio encargado por Ingesa, pero los que pasan más horas allí quieren más análisis, algo lógico por tratarse de un tema de vital importancia. Por ello, cuantos más pasos se den para tranquilizar al personal, mucho mejor.
