El entonces presidente del Gobierno de España, José María Aznar, insistió el día anterior en Marruecos sobre la necesiodad de un mayor control de las fronteras para frenar la inmigración irregular. La Petición del presidente español provocó la alusión de su homólogo marroquí, Abderramán Yussufi, a Ceuta y Melilla, como ciudades que fomanetan con su existencia dicha inmigración ilegal y desempeñan en tal sentido "un papel negativo".
Por otra parte, Mustafa Aberchán pidió respeto a su condición de presidente democrático en la negociación con los partidos. Asimismo, la Asociación Española contra el Cáncer se declaró muy satisfecha por el desarrollo de la jornada de cuestación desarrollada el día anterior, en la que se recaudaron más de tres millones de las antiguas pesetas.