¿Cuánto cuesta a cada partido toda su campaña electoral, antes y durante? ¡Puff, vete a saber!, ahí nada de recortes, en todo caso “derroche, mucho derroche, exceso de frases ocurrentes y a ver quien la dice más gorda”, sobre todo de los más “poderosos por ahora”. Desde hace días en un diario de Castellón, donde reside este melillense, en un apartado llamado “La encuesta de Mediterráneo” abordan a ciudadanos en la calle con esta pregunta ¿Influirá la campaña electoral a la hora de decidir su voto?, las diversas contestaciones dan de momento un porcentaje rotundo “NO, un 96%” y “SÍ, un 4%”. Ayer sábado por ejemplo, contestan cinco señores/as así: José Luís Barredo (jubilado), “No, ya lo tengo decidido. Aunque reconozco que las campañas son para promocionarse los candidatos y ellos las consideran útiles”; Denisa Anusca (traductora), “Prácticamente lo tengo claro. Durante la legislatura es cuando hacen los deberes los políticos. Ahora todo es marketing”; Mustafa Ben Allal (prejubilado y posible paisano nuestro), “No, lo tengo decidido. No me fijo mucho en las campañas electorales porque no me creo lo que dicen. Todo es prometer para nada”; Antonio Manzaneda (comercio), “No, lo tengo claro. Me parece que las campañas son una forma de propaganda de los partidos que creen les puede ser útil. No en mi caso”; Alicia Gil (Ama de casa), “No, ya tengo más que decidido mi voto. Ahora hay otras alternativas aparte de los partidos de siempre. Aunque no van a decidir nada” (de todas estas personas encuestadas incluyen su fotografía).
He querido transcribir literalmente lo que dicen estos ciudadanos de Castellón, a los lectores de Melilla Hoy, con el dato casual del encuestado “Mustafa”, nombre muy común allá por nuestra “patria chica”. Yo me uno a esa gran mayoría de encuestados que responden con un “NO rotundo”. Como diría Serrat o anteriormente Antonio Machado “se hace camino al andar” y los potenciales electores lo tenemos más o menos como dice esta encuesta un 96% más que claro. Dice también un refrán y es una verdad como un templo, “ver para creer” y lo estamos viendo, ya lo creo que lo estamos viendo a diario, lo bueno (más bien poco), lo malo (abunda mucho) y lo que se pretende (aquello que en cualquier contrato u acuerdo va en letra pequeña, pero en definitiva es lo que al final te meten con o sin calzador).
Todo esto lo digo a pesar de haberlo vivido en primera persona, en mi caso “8 campañas electorales sindicales”, desde que se constituyeron los sindicatos en la Función Pública siendo pioneros electoralmente Correos. Nosotros, como sigue ocurriendo ahora tambié, teníamos nuestras campañas propagandísticas, cada cuál la exponía a su manera, con más o menos medios, encartelada de oficinas y carterías, reparto en mano de dípticos con nuestras propuestas y promesas, asambleas con los trabajadores y envío final trabajador por trabajador de más propaganda y candidaturas. Todos “éramos los mejores”, en muchos casos, cuando llegaba éste último sobre, mucho personal que no era de la capital (Castellón), ya había votado por Correos (nosotros lo teníamos muy fácil siendo de la casa). Las asambleas en los centros de trabajo se negociaban y/o se sorteaban caso de no llegar a acuerdos entre todos los sindicatos. Sin querer pecar de “presuntuoso”, hasta la fecha de las últimas en junio del 2011, me jubilé a final de mayo. Ya no iba en la candidatura, pero trabajé activamente con mis compañeros para tratar de que siguiesen obteniendo un buen resultado electoral, cosa que ocurrió una vez más. En las siete u ocho elecciones anteriores siempre había ganado mi sindicato (UGT) con una mayoría suficiente tanto para la Junta de Personal Funcionario, como para el Comité de Empresa de Personal Laboral. Me jubilé habiendo repetido en todas esas legislaturas como Presidente de la Junta de Personal Funcionario y el número uno de UGT en la candidatura de Laborales, era elegido Presidente del Comité de Empresa.
En mi opinión y en la de los votantes, pues así nos lo solían decir, el motivo de nuestro éxito electoral no era por la propaganda, ni por las promesas, era simplemente por el trabajo, la acción sindical diaria, directa y continuada en defensa de los intereses del colectivo, visitas constantes a los centros de trabajo de la provincia, vivir y estar con ellos siempre supervisando su problemática local, individual y colectiva. El personal reconocía esta labor diaria y así nos lo decía, <
Con esto, se demuestra, que la gente no es tonta y que durante cuatro años, ve, entiende, se alegra, sufre o padece, comprendiendo lo que hace cada cuál durante toda la legislatura anterior y hace poco caso de la “propaganda electoral”. El que esto escribe, fue fundador del sindicato UGT de Correos en Castellón en el año 1977 junto a otros tres compañeros, dejé mi puesto de Responsable Provincial del Sector Postal FSP-UGT con ocasión de un Congreso unos meses antes de mi jubilación con 350 afilados en una plantilla de unos 550 trabajadores, (a final de mayo hará ya cuatro años de aquello).A pesar de ofertas para promocionarme dentro de la Organización de UGT, he preferido siempre estar en lo que conozco, en el sindicato, pero sin salir de Correos, no me he considerado nunca lo suficientemente capacitado para desarrollar otra labor sindical, así de claro. Yo sigo afiliado como jubilado y así será hasta que “la muerte nos separe”. Me da mucha rabia o “mala leche” cuando gente que no sabe nada de lo que es una labor sindical tira con bala y “al corazón” para destruir a OO.SS. con casi 140 años de historia. Confunden lo que es un sindicato de clase, con “alguna clase de sindicalistas, mayormente dirigentes” que hacen flaco favor a la Organización con presuntas actuaciones y relaciones nada edificantes. Esto, amigos lectores ocurre y ocurrirá siempre en todos los ámbitos de la vida y nos lo demuestran a diario también, políticos, empresarios, incluso algunos miembros de las fuerzas armadas y hasta del clero.
Nicolás Redondo, ejemplo de persona y Responsable sindical, recordaré siempre lo que decía: “Que un sindicato no solo debe ser reconocido por lo que logre o consiga, sino también, por lo que impida hacer contra los trabajadores a la clase dirigente o empresarial” así de claro, quien ataca a los sindicatos son personas que añoran otros tiempos mucho más difíciles aun que los actuales. Mucha gente dio su vida y sufrieron cárcel y persecución por luchar contra dictaduras en consecución de democracia, reconocimiento sindical, de partidos políticos y en defensa del conjunto de trabajadores del país.
Por eso, menos propaganda engañosa, y más realidades a favor del Estado de Bienestar del pueblo. Mariano dice que quiere mantener ese estado de bienestar, ¿Cuál? ¿El que os habéis cargado? En la Comunidad Valenciana desprecio y recortes continuos a los dependientes y así en muchos sitios más, por poner un ejemplo más cercano, Melilla por lo que leo y conozco está muy por debajo del resto de España en todo lo que significa el Estado del Bienestar . A pesar de todo lo anterior, repito como he dicho otras muchas veces, ¡NO TE QUEDES EN CASA, POR FAVOR VOTA!
Me despido deseando como siempre. Salud, trabajo, bienestar, añado “calma, respeto y nada de agresiones” (por lo leído en MH, este martes día 12) amigos y paisanos.
PIE DE FOTO:
Foto de los jóvenes del PP supuestamente agredidos la tarde-noche del lunes por simpatizantes de CPM, una acusación que los cepemistas niegan
