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CARTA DEL EDITOR

Gracias a un "amigo" y apoyo al hecho de votar

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“Los demás partidos es probable que no lleguen al 5% de los votos, incluyendo, y eso sería lo mejor para Melilla, el PPL que preside el condenado Ignacio Velázquez, cuyo cabeza de lista es el ridículo, pesado, aburrido, absurdo político Julio Liarte y cuyo segundo en la lista es…la hija de Velázquez”

Cuando Carlos I desde Flandes vino a España, para convertirse en Carlos V, se encontró con costumbres y hábitos muy diferentes. Y, acostumbrado a ser ciegamente obedecido, pasó muy malos ratos, como cuando, arrodillado, tuvo que oír, acatar y jurar cumplir lo que el Justicia Mayor del reino de Aragón le decía: "Nos, que valemos tanto como vos, y juntos más que vos, os hacemos nuestro rey con tal que guardéis nuestros fueros y libertades, y si no, no".

Las elecciones, en medio de las cuales nos encontramos ahora en España, son una especie de Justicia Mayor multitudinario. Representan la única vez, cada cuatro años, en la que los ciudadanos son iguales, e incluso juntos más, que los políticos, quienes más tarde, en unos pocos días más, les han de representar, legislar, mandar, apoyados en los impuestos que los ciudadanos somos obligados a pagar. Lo que hoy, durante el período electoral, es proximidad, se convertirá dentro de pocos días en lejanía, como se convertirá el aprecio en desprecio, la promesa en incumplimiento, el maravilloso niño llorón en infante insoportable al que hay que mantener alejado del líder, el viejo sabio y admirable en un pesado insoportable.

Así es la naturaleza humana, así son las cosas poco antes de la cita electoral, que para algunos es una oportunidad de tratar y hablar con los que nunca antes han podido acercarse y para otros no es más que un período aburrido, en el que los políticos lanzan consignas en general intrascendentes y prometen cosas en general incumplibles. Pero todo eso no es óbice para tener que insistir que lo que se juega este próximo domingo es muy importante para nuestra ciudad, que se halla en una situación sumamente peligrosa, con graves problemas de diferente índole que demandan soluciones urgentes, inteligentes, complicadas, unas soluciones que sólo se pueden dar con un nuevo estilo de gestión, en el que lo privado, la libertad, prevalezca sobre lo público, que es una especie de tiranía moderna y ante la cual Melilla no puede sobrevivir. Por eso votar el domingo próximo es muy importante.

A expensas de que pueda ocurrir algún hecho llamativo dentro de la próxima semana, alguna información sensacional que repercuta en el resultado electoral, algo que, me da la sensación, puede ocurrir, la pugna electoral es una batalla, en el peor sentido de la palabra tal y como se van desarrollando las elecciones, entre el PP, liderado por Imbroda, y la CPM, presidida por Aberchán, con el turbio asunto del voto por correo (en Melilla sólo se debería permitir votar por correo a los que demuestren fehacientemente que estarán fuera de nuestra ciudad el día de la votación, me dicen, creo que acertadamente, dados los antecedentes y lo presente) como telón de fondo.

Porque, aunque en el PSOE Gloria Rojas tenga buenos propósitos, es imposible, parece, que ella actúe con la libertad necesaria y que su partido se quite de en medio las telarañas de los Bassets y los Dionisios, y todo indica que van a seguir siendo lo que ahora son, un partido marginal en Melilla, que en estas elecciones va a causar más daño que beneficio. Ciudadanos, por su parte, ha elegido al peor cabeza de lista posible con su tufo PPL y, creo, ha dilapidado unas posibilidades que, de entrada tenía, aunque algunos, despistados, puedan creer que el que va a venir a gobernar en Melilla va a ser Albert Rivera, quien, como ya dije en mi Carta anterior, me ha dejado muy claro que no tiene el más mínimo interés por nuestra ciudad. Los demás partidos es probable que no lleguen al 5% de los votos, incluyendo, y eso sería lo mejor para Melilla, el PPL que preside el condenado Ignacio Velázquez, cuyo cabeza de lista es el ridículo, pesado, aburrido, absurdo político Julio Liarte y cuyo segundo en la lista es…la hija de Velázquez. Y menos mal que no ha colocado Velázquez de número tres a esa "lumbrera" acosadora (acompañada, en esos sucios menesteres pseudo periodísticos financiados por Cabanillas, de un tipejo como Ramón Bugallo, que avergonzó a La Legión, cuyo entretenimiento es vestirse de jefe nazi, prematura y extrañamente jubilado pero que ejerce, para vergüenza de la profesión, como periodista provocador además de compaginar su pensión de jubilado con su actividad de trapicheísta con Marruecos de piezas de Mercedes) a esa lumbrera insolvente (según la propia definición de su padre, cuando me pidió que le quitara la querella que contra él había interpuesto yo, por insultos y calumnias) que es su hijo Ignacio Velázquez.

Utilizar la política para colocar a los hijos descolocados y difícilmente colocables es muy feo, pero aún lo es más utilizar a los hijos para hacer las tareas sucias que el padre quiere hacer sin dar la cara, haciéndose pasar por bueno. Es tan bueno Velázquez que hasta ha tenido el detalle, del que se pavonea en público, de introducir personalmente en el buzón de mi casa, con alevosía y no sé si también con nocturnidad, en esa casa por la que ha pasado tantas veces en su vida anterior, de introducir en mi buzón su propaganda electoral y un ejemplar de esa publicación mensual que financia Gustavo Cabanillas, el monopolista explotador de la distribución de la luz en Melilla, a su vez financiado con más de 9 millones de euros públicos anuales, parte de los cuales utiliza para sus sucios proyectos editoriales. Le agradezco a mi "amigo" -según dice él públicamente, aunque para tener "amigos" que se dediquen, directa o indirectamente a través de terceros, a insultarme, calumniarme y mentir sobre mí y sobre el periódico, prefiero tener enemigos- el detalle de depositar el panfleto en mi buzón, porque así ha terminado de convencerme para denunciar al editor (el maestro Ciruela, que no sabía escribir y puso escuela) de la publicación, Gustavo Cabanillas, al director, Jaime Villegas, y al autor de los artículos, Javier García Angosto, denuncia por reiteradas calumnias que será presentada en el Juzgado mañana lunes. Gracias, "amigo" Velázquez, por el agradecimiento que muestras por todo lo que en el periódico hemos hecho por ti durante tantos años, gracias por haber creado un partido político, financiado con dinero de procedencia pública por otro, Cabanillas en este caso, porque tu nunca has financiado nada, y lleno de rencorosos que no han aportado a Melilla nada excepto crispación, mentiras, acosos y paralización administrativa. Gracias, muchas gracias "amigo", y sigue metiendo panfletos en mi buzón para que así pueda simplificar mis denuncias, para que vea cómo sigues mintiendo, como seguís utilizando el acoso personal disfrazados de periodistas, cómo habéis martirizado, por rencor personal, a esta pobre ciudad.

Posdata: cuando escribí esta Carta, la mañana del sábado, decía, en el párrafo cuarto, que podía ocurrir que se diera a conocer una información sensacional. Y tal cosa sucedió ese mismo día a partir de las 19 horas, cuando Imbroda dio a conocer el auto en el que la Fiscalía solicita penas enormes para treinta personas procesadas por delitos derivados del fraude del voto por correo en las elecciones generales de 2008, a las que se presentaron conjuntamente CPM y el PSOE local. A Aberchán y a Dionisio Muñoz el fiscal les pide nada menos que 27 años de prisión, y así un total de 231 años para los 30 procesados. El influjo sobre las elecciones del domingo podrá ser mayor o menor, pero será importante, sin duda. Como lo será para Melilla y su futuro cuando se conozca más, lo que ocurrirá muy pronto, sobre la Operación Montecristo u Operación Salander, en la que el PPL de Velázquez, Cabanillas y Liarte, que jamás han explicado de donde ha procedido el mucho dinero que han gastado, va a estar más que responsabilizado.

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