El coordinador de Campaña del PP, Miguel Marín, aseguró ayer que hay "elementos probatorios" en el caso voto por correo, entre ellos el hecho de que personas a las que correspondía un puesto de trabajo en los planes de empleo de 2008 y 2009, se quedaron fuera para que entraran otras, concretamente los votantes por correo en las elecciones generales de 2008, que no debían por no concurrir en ninguno de los cupos específicos. El dirigente popular señaló directamente a los dos partidos implicados en este caso, PSOE y Coalición por Melilla (CPM), a los que llamó “miserables”. "Hay que ser muy miserable para jugar con las necesidades de las personas", dijo Marín, en cuya opinión ese juego es más grave porque estos cupos específicos de empleos para parados en riesgo de exclusión social, como es el caso de discapacitados, menores de 30 años, mayores de 45 y parados de larga duración.
"Es lo que hicieron, está recogido en el auto del juez y en la calificación de la Fiscalía", dejó claro Marín antes de recordar que es por eso por lo que se pide 231 años de prisión y 270 de inhabilitación en el escrito de acusación dado a conocer el pasado sábado para los 30 imputados de PSOE y CPM en este procedimiento judicial.
Marín lamentó que desde entonces no se haya producido ningún movimiento en ninguno de los dos partidos implicados, ya que tanto Dionisio Muñoz como Mustafa Aberchán, considerados por la Fiscalía como "los cabecillas" de la supuesta trama, siguen en sus escaños como diputados y en el caso de Aberchán, como cabeza de lista de CPM.
Además, recordó que Gregorio Escobar también sigue como diputado socialista y secretario general de su partido, por lo que Marín preguntó al líder del PSOE, Pedro Sánchez, "dónde están esas lecciones de ética y moral política" que da y por qué no ha expulsado del partido a los 17 imputados.
Por el contrario, apuntó que ambos partidos han aludido a un documento con declaraciones de uno de los testigos clave del caso voto por correo, Nordin Abdel-lah, en las que se retracta de su testimonio. Marín aseguró que ese tipo de declaración "no tiene validez" porque esta marcha atrás se ha producido "bajo amenazas y coacciones", algo de lo que tienen conocimiento la Justicia y los cuerpos de seguridad.
Miguel Marín recordó que además del testimonio de Nordin Abdel-lah, en el sumario de esta investigación figuran los de más de 300 testigos del caso, que junto a las grabaciones incorporadas como pruebas, evidencian que "es real" la presunta compra de votos a cambio de empleo en las elecciones generales de 2008.
