Melilla celebra hoy las sextas elecciones a la Asamblea desde la aprobación de su Estatuto de Autonomía en 1995. Los 57.690 electores llamados a las urnas tendrán en su mano el poder de decidir los nombres de los 25 diputados que representarán a todos los ciudadanos de Melilla durante los próximos cuatro años. Y tendrán nueve opciones entre las que poder elegir, además de la posibilidad de votar en blanco. Sin embargo, todo apunta a que son dos los candidatos con más opciones para hacerse con la Presidencia de Melilla, Juan José Imbroda (PP) y Mustafa Aberchán (CPM), dos polos opuestos que han sido los auténticos protagonistas de la campaña electoral y la vida política de la Asamblea durante las últimas dos décadas. Imbroda y Aberchán han sido los candidatos que han mostrado más músculo desde que en la madrugada del 8 de mayo se dio inicio a la campaña con la tradicional pegada de carteles. Su puesta en escena esa misma noche y durante los últimos 16 días ha sido muy similar en cuanto a la gran cantidad de simpatizantes y afiliados que les siguen y apoyan en su objetivo: el de Imbroda, seguir al frente del Gobierno que lleva presidiendo desde hace 15 años; y el de Aberchán, romper las tres mayorías consecutivas del PP y arrebatar el poder a su máximo rival, quien le dejó sin el sillón de la Presidencia en el año 2000.
PP y CPM son, además, los partidos más fuertes en las encuestas, que por primera vez desde hace más de una década no pronostica una mayoría absoluta para los populares. La candidatura de Aberchán ya le comió algo de terreno al PP en las anteriores elecciones autonómicas, celebradas el 22 de mayo de 2011. Aquel día, el PP perdió dos puntos respecto a los comicios de 2007, los mismos que ganó CPM. Sin embargo, eso no supuso pérdida de escaños para la lista de Imbroda (15) y sí uno más para la candidatura cepemista (6), a costa de la hemorragia del PSOE, que perdió 3 escaños por el camino al bajar 10 puntos en el escrutinio, quedándose con 2 diputados al final.
Claves
Varias pueden ser las claves en las elecciones que hoy se celebran. Una, el incremento del electorado respecto a las anteriores autonómicas, debido sobre todo al retorno de muchos melillenses afectados por la crisis que emigraron en su día y se han visto obligados a volver al calor de la familia tras perder su empleo. En total son 3.408 electores más los que hoy están llamados a las urnas (57.690) respecto a 2011 (54.282), lo que supone un aumento del 6,27%.
Otro factor a tener en cuenta es el elevado índice de abstención que siempre tiene Melilla, una de las regiones con menos participación electoral. Hace 4 años no acudió a votar más de un tercio de los ciudadanos, concretamente el 37,89%, 14 puntos más que la segunda fuerza más votada en las elecciones. En los comicios de 2011 se recortó ligeramente ese alto nivel de abstención respecto a 2007 (42,35%). Una alta participación hoy podría dar lugar a unos resultados muy diferentes de los que han indicado las encuestas de los últimos meses.
La irrupción de los partidos emergentes es otra de las incógnitas y novedades en estas elecciones, que podrían verse condicionadas por los sobresaltos judiciales que se han producido en esta legislatura. Todos los partidos actualmente representados en la Asamblea se han visto involucrados en problemas con la Justicia.
El PP niega estar involucrado en delitos relacionados con la corrupción, mientras CPM y PSOE están pendientes de fecha para el inicio del juicio por el caso voto por correo, que ha estallado en plena campaña con la petición de penas de la Fiscalía: 231 años de prisión y 270 de inhabilitación para 30 miembros socialistas y cepemistas. PPL, por su parte, sigue presidido por un político doblemente condenado por prevaricación y, además, se ha visto envuelto en la Operación Montecristo, que investiga quiénes estaban detrás del perfil falso de Lisbeth Salander en las redes sociales, acusados de la presunta comisión de los delitos de revelación de secretos, pertenencia a grupo criminal, calumnias, injurias y otros delitos contra el honor.
Más seguridad
Para garantizar el normal desarrollo de la jornada de las elecciones, desde ayer está funcionando un dispositivo de seguridad especial que movilizará a más de medio millar de agentes de la Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local. Concretamente son 523 agentes los que participan en este operativo, de los cuales 126 corresponden a la Policía Nacional, 234 a la Guardia Civil, y 163 a la Policía Local.
Aunque el dispositivo dio comienzo con el arranque de la campaña, la fase crítica en la que se intensifica la vigilancia con un mayor número de agentes empezó ayer con la jornada de reflexión. Desde entonces y hasta que se conozca esta noche de forma oficial el resultado que salga de las urnas electorales, la ciudad está custodiada por los cuerpos de seguridad.
Los 21 colegios están custodiados desde que ayer a primera hora de la tarde fueron depositadas las 78 urnas (una por mesa electoral) en cada uno de los colegios electorales.
Los servicios operativos, custodiados por la Policía Local, recogieron las papeletas del Servicio de Reprografía de la Ciudad Autónoma en el Cargadero del Mineral, los sobres de la Delegación del Gobierno y las urnas de una nave en el Polígono Industrial para iniciar el reparto por los 21 colegios electorales.
