Una vez finalizados los combates amateurs, comenzaron los de categoría profesional, con cinco combates a la vista, que se convirtieron, a la postre, en cinco batallas sobre el ‘Javier Imbroda’, entre los gimnasios Olympic Center, de Melilla, y el Sparta, de Barcelona. En el primero de ellos se enfrentaron, dentro de la categoría de los 74 kilos, enfrentó a Abdellatik Aknouch, de Melilla, y Alejandro Gómez, de Barcelona, con victoria final para el melillense, con unos asaltos muy igualados, que decantaron finalmente la victoria, a los puntos, para el melillense.
En el segundo combate de profesionales de la noche, y dentro de la categoría de los 70 kilos, pelearon Melik Mohamed, de Melilla, y Khyzer Hayat, de Barcelona, que disputaron unos rounds apasionantes de cara al aficionado que se dio cita en el ‘Javier Imbroda’, correspondiéndole la victoria final, también a los puntos, al representante del Gimnasio Sparta, Khyzer Hayat.
Ousama Larat, de Melilla, y Guillermo Sanny, de Barcelona, disputaron el tercero de los combates, dentro del peso de 68’5 kilos. Fue, junto al protagonizado por Belkacem y Rodríguez, el más disputado de la velada profesional, con dos peleadores que se dejaron todo sobre el ring, por lo que la decisión de los jueces no podía ser otra que la de combate nulo.
Los tres primeros combates se disputaron a la distancia de cuatro asaltos de dos minutos cada uno, mientras que los dos últimos fueron a la distancia de cinco asaltos de dos minutos cada uno.
Seguidamente se dio paso al cuarto combate de la noche, entre el melillense Mohamed Belkacem y el barcelonés Juan Rodríguez, dentro de la categoría de 58’5 kilos. Fue, junto al anterior, el más espectacular de la noche, con dos luchadores entregados y con el único objetivo de la victoria, que recayó finalmente en el local Belkacem, a los puntos.
En el combate que cerró la velada profesional saltaron al ring Kamal Aousti, del Gimnasio Olympic, y Carlos Granero, del Sparta, de Barcelona. Un combate que no tuvo color, dada la superioridad del melillense, que obligó a César Córdoba, preparador del catalán, a arrojar la toalla en el segundo asalto, dándole la victoria al melillense, por abandono de su rival.
En definitiva, el público se divirtió de lo lindo, los árbitros acertaron en todas sus decisiones, ya que ninguna de ellas fue cuestionada, y el speaker, Óscar Giménez Barrios, en su línea, es decir, con una correcta actuación, siendo la primera vez que actuaba como presentador dentro de un cuadrilátero.
